En el momento de personarse a la inspección, en el interior había una veintena de personas. En ese instante, dos trabajadoras impidieron a los agentes el acceso, así como el propietario y responsable, que acudió tras ser avisado de la presencia de policías. Una vez en el lugar, se introdujo en el interior del inmueble y permaneció junto a los comensales sin atender a la demanda de información por parte de la inspección.
Dicho lugar, que no cuenta con licencia de actividad ni permisos municipales y realizaba publicidad ofertando los servicios, había sido objeto de denuncias, ha informado la Generalitat en un comunicado.
Además del responsable y dos trabajadoras, los agentes han identificado a 14 personas asistentes y han tramitado actas por incumplimiento de la normativa COVID.
La Conselleria de Sanidad y Salud Pública está tramitando informes para su remisión a la Conselleria de Justicia, Interior y Administración Pública por obstrucción a la labor inspectora, que se considera una de las faltas más graves con elevadas sanciones.
Por otra parte, también se dará cuenta a la Inspección de Trabajo y a la Delegación del Gobierno, por la grave desobediencia del responsable al requerimiento policial.
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