Salva reconoce que asesinó al marido de Maje, la 'viuda negra' de Patraix, a petición de ella porque "temía perderla"

Salva, en el juicio por el asesinato del marido de Maje, la viuda negra de Patraix.
Salva, en el juicio por el asesinato del marido de Maje, la viuda negra de Patraix.
EFE/Manuel Bruque
Salva, en el juicio por el asesinato del marido de Maje, la viuda negra de Patraix.
Salva, en el juicio por el asesinato del marido de Maje, la viuda negra de Patraix.
Europa Press

Después de dos semanas de juicio, Maje y su examante Salva han declarado en la Ciudad de la Justicia de Valencia como acusados por el asesinato de Antonio, el marido de la ya conocida como viuda negra de Patraix. Esta jornada despertaba una expectación máxima por conocer las versiones de cada uno. Al juicio han acudido familiares de la víctima, asesinada hace tres años, pero también de Maje.

Los dos acusados han entrado en la sala pocos minutos después de las 10 de la mañana acompañados por dos agentes de policía cada uno. La primera en llegar ha sido Maje, mientras que Salva ha llegado solo un minuto después.

El primero en declarar ha sido él, como presunto autor material del crimen. Ante las primeras preguntas del fiscal, ha reconocido que fue él quien mató a Antonio de la forma descrita durante el juicio, apuñalándole por la espalda en el garaje de su casa, cuando se disponía a salir a trabajar, y que lo hizo de acuerdo con Maje.

Relación intermitente desde 2015

Salva ha explicado que conoció a la acusada en 2015 y establecieron una amistad que pronto se convirtió en "relación habitual, también sexual". Si bien conocía que ella tenía pareja, ha señalado que se veían en un piso que ella tenía alquilado. "Al estar casado y ver que la relación no avanzaba, lo dejamos. En diciembre o enero me contó que estaba con Tomás. A mediados ya me dijo que se iba a casar con Antonio. Le deseé que le fuera bien la boda. Cuando volvió del viaje de bodas, me llamó por mi cumpleaños, quedamos a comer y ya empezamos la relación sentimental y sexual", ha contado.

Según la versión de Salva, fue en 2017 cuando ella comenzó a quejarse de que la relación con la víctima no iba bien y, comentando un accidente en el que murieron varios amigos de su marido, comentó: "Ojalá le hubiera pasado a Antonio". "Al principio no le hice mucho caso, era fantasía. Un día, no recuerdo cuándo ni dónde ella me lo pidió: que acabara con la vida de Antonio".

Según ha reconocido, no hizo falta mucha insistencia para que accediera a cometer el crimen porque "tenía miedo de perderla", así que ella le diría cuándo hacerlo porque "era la que sabía sus horarios". "Lo preparamos para principio de julio, ella me diría los días que trabajaba él. Me dijo el coche, la matrícula, la marca...".

Si bien no consiguió convencer a Antonio para que aparcara dentro el garaje -siempre lo hacía fuera y era ella la que aparcaba dentro-, tuvieron que aplazar el suceso. "Yo sentí un gran alivio, porque no quería hacerlo, pero me tenía que ir de vacaciones. Y concertamos una nueva fecha que era cuando yo llegara a València", ha señalado Salva. Una vez acordaron la fecha, según la versión del presunto asesino material, Maje le dijo: "No quiero que falles".

Rompe a llorar al recordar cómo sucedieron los hechos

Salva ha contado cómo sucedieron los hechos y ha reiterado que el plan era que ella no estuviera: "Por la mañana, cogí mi moto, llegué al garaje, me escondí en la plaza de al lado que había un coche que no movían. Cuando bajó lo sorprendí, fue muy rápido y no me acuerdo, llevo estos años intentando olvidarlo", cuenta entre lágrimas. Dice que no fue por la espalda, sino cara a cara, pero no puede responder a cómo lo hizo porque no para de llorar.

Una vez cometido el crimen, se cambió de ropa en el trastero y, tras un largo rato se fue a preparar la comida a su hija. "Me mandó un mensaje que quería verme. Esa mañana habíamos quedado en que cuando lo hubiera hecho, yo cambiaría mi estado del Whatsapp". Después, fue a casa de la hermana de Maje para contar lo sucedido. "Concretamos en no vernos en un tiempo. Le entregué un móvil por el que mantendríamos contacto". Según Salva, Natalia, la hermana de Maje, le pidió detalles de lo sucedido y él no quiso dárselos. "Le dije que lo había hecho y ya está".

Según ha explicado, preguntó a Maje si sentiría algún rechazo hacia él por lo que había hecho, pero lejos de eso, ella le aseguró que le "había quitado un peso de encima".

A su juicio, fue un fallo de Maje, que se dejó el correo abierto y tras conocer a otro chico con el que planificó un viaje a Italia, José, cuando les pincharon el teléfono y los detuvieron. Según ha recordado, fue en el Hospital, donde estaba ingresada su madre. Al bajar a la cafetería fue detenido.

La relación, ha contado, se cortó al entrar en prisión, pero después continuó con cartas de amor pese a que ella se veía con otros presos. En esas cartas, que se han mostrado en el juicio, acordaron que él seguiría autoinculpándose.

"La he llevado a casa de otros y pese a saber que dormirá en brazos de otro, la sigo amando"

Durante la sesión se han mostrado algunas de las cartas que los acusados se intercambiaban en prisión. "La he llevado a casa de otros y pese a saber que dormirá en brazos de otro, la sigo amando...", reza una de Salva a una compañera de Maje. Ante las preguntas sobre su relación de prisión pese a que había otros presos con los que Maje se veía, Salva ha reconocido que lo aceptaba porque tenían "altibajos".

Cambió de versión por su hija

Al ser preguntado por su cambio de versión, ya que al principio restaba cualquier culpa a Maje, ha reconocido que lo hizo por su hija: "Tenía que decir la verdad. Mi hija me dijo que dejara de mentir. Llevo un año sin saber de ella, pero le sigo haciendo caso".

Pide perdón a la familia

Antes de terminar de declarar, Salva ha señalado que ha intentado paliar el daño causado a la familia de Antonio con lo único que tiene, "un plan de pensiones". Tras ello, ha pedido perdón "a la familia de Antonio y a mi familia" antes de romper a llorar.

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