Unidas Podemos ha admitido que el despido en diciembre 2019 del abogado José Manuel Calvente por un supuesto acoso sexual a una trabajadora de la formación fue improcedente. Esta causa ya fue archivada por la titular del Juzgado de Instrucción nº 32 de Madrid, Rosa María Freire, tras la querella presentada por la supuesta afectada, la letrada Marta Flor, por estos hechos.

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Este jueves se celebraba el juicio por el despido de Calvente en el Juzgado de lo Social núm. 10 de Barcelona, pero en el acto de conciliación previo las partes han alcanzado un acuerdo para zanjar el contencioso laboral. Fuentes de la formación morada aseguran a 20Minutos que Calvente "ha hecho todo lo posible para evitar ir a juicio después de meses denunciando que el partido lo había purgado".

"Acabamos así con un episodio que sólo está sirviendo para que, con rumores e infundios, Calvente esté atacando a Podemos en los medios de comunicación”, explican las mismas fuentes, que también aseguran que pese a que Calvente pedía inicialmente una indemnización de 400.000 euros, finalmente se conformó con menos de 30.000 por finiquito.

"Podemos ha reconocido la improcedencia del despido y se ha comprometido a abonarme la indemnización legalmente establecida; he aceptado dicha indemnización por la improcedencia del despido y me he reservado el ejercicio de las acciones legales para reclamar la indemnización que me corresponde por la vulneración de mi honor, por las falsas acusaciones que algunos dirigentes de Podemos han vertido sobre mí tras mi despido", ha afirmado Calvente en un comunicado. 

Hay que recordar que el vicepresidente segundo del Gobierno y líder de Podemos, Pablo Iglesias, aseguró sobre el tema Calvente que se trataba "de un caso de acoso sexual muy grave" y que "todo aquel que acuse a Podemos de algún delito, lo que tiene que hacer es ir a los tribunales y que los tribunales diriman".

Calvente ha indicado que con este acuerdo "queda liquidada y finiquitada mi relación laboral con el partido, con la satisfacción de que finalmente Podemos ha reconocido que mi despido fue improcedente y que no existían las causas que alegaron para cesarme, es decir, que el acoso sexual contra mi ex-compañera de trabajo jamás existió". 

"A partir de ahora formularé las reclamaciones civiles y/o penales necesarias para defender mi honor, contra todas aquellas personas, dirigentes de Podemos, que me han acusado falsamente de haber cometido actos de acoso. Además, continuaré colaborando con la Justicia para que se investiguen las presuntas irregularidades cometidas en Podemos, como las que están siendo investigadas por el Juzgado de Instrucción núm. 42 de Madrid y las que puedan ser objeto de futuras investigaciones en otras instancias", concluye el abogado.