Durante el juicio han comparecido como testigos el ex primer teniente de alcalde del Ayuntamiento hispalense y concejal de Relaciones Institucionales Antonio Rodrigo Torrijos (IU) y el que fuera delegado municipal no electo de Economía Juan Carlos Vázquez (IU), quienes estuvieron investigados en esta causa hasta que el juez instructor del caso decidió excluirles del procedimiento judicial.

Carlos Vázquez, al declarar como testigo, ha corroborado a López Adán en cuanto a la "tónica" de que las "demoras" del Ayuntamiento a la hora de aprobar las justificaciones presentadas respecto a las ayudas concedidas a la fundación desencadenaban reparos de la Intervención municipal en contra del pago de nuevas ayudas a la entidad aunque las mismas hubiesen sido concedidas, un "retraso" que según ha dicho sucedía constantemente.

Además, ha corroborado también al acusado en sentido de que la incineradora comprada para un cementerio de La Habana (Cuba) no fue finalmente cargada a las cuentas de la entidad ni del Ayuntamiento pese a estar abarcada por la ayuda 98/2008, asegurando que la actuación estaba bajo el "paragüas" del convenio de hermanamiento entre Sevilla y la capital de Cuba y manifestando que él reunió dinero "de terceros" que no ha llegado a identificar, para pagar la adquisición.

EL "SINDIÓS" QUE SE AFRONTABA CON LAS SUBVENCIONES

Además, ha negado que la citada compra estuviese decidida antes de solicitar la ayuda y que después se optase por intentar cargar la adquisición a dicha subvención 98/2008, admitiendo eso sí que la gestión de la cooperación internacional mediante la fórmula de las subvenciones estaba generando un "sindiós" por la problemática de las justificaciones, hasta el punto de que el interventor pidió "el criterio más conservador" y la fundación acabó renunciando a sus iniciativas de cooperación internacional para centrarse en los proyectos de ayuda social promovidos en Sevilla.

Además, Carlos Vázquez ha asegurado que el acusado, Miguel López Adán, tan sólo "ejecutaba" el mandato del patronato de la Fundación, en la que ni siquiera contaba con capacidad de voto. De otro lado, ha admitido que no fue formalizado mediante firma la entrega a la fundación de 34.000 euros que el habría reunido de terceros para adelantar dinero necesario para unas becas a estudiantes saharauis que había comprometido la entidad merced a una subvención aprobada pero aún no recibida.

Rodrigo Torrijos, miembro del patronato de la fundación, ha testificado de su lado señalando su "empatía" por la naturaleza de iniciativas de cooperación internacional como la subvencionada con la ayuda municipal 98/2008, destinada a acciones con países como Cuba.

Además, ha asegurado que había un "problema objetivo y real" con la financiación de los proyectos de cooperación internacional subvencionados por la fundación, por las incidencias ya descritas en materia de aprobación de las justificaciones de la ejecución de las ayudas previamente concedidas. Así, ha rememorado la "sensación de una enorme dificultad" para obtener el pago de tales ayudas, así como el "estrés administrativo y político" derivado de tal situación dada la "urgencia que impregnaba" a las iniciativas de cooperación internacional.

En cuanto a los reparos interpuestos al respecto por la Intervención municipal, los ha descrito como "observaciones que podían subsanarse"

Del mismo modo, ha visto "posible" que con dinero de la ayuda 98/2008 fuesen financiados otros "proyectos de carácter social" que estuviese promoviendo entonces la fundación y que necesitasen de liquidez para su materialización, extremo que siempre ha encuadrado en el "problema" derivado de no contar con las subvenciones a tiempo para afrontar los gastos subvencionados y pesar los plazos de ejecución dictados por el Ayuntamiento.

Finalmente, y al terminar la sesión, Rodrigo Torrijos ha saludado a Miguel López Adán, a quien no veía desde hacía "años" según ha dicho, y le ha deseado "suerte" en la situación que afronta como acusado en este caso.