La pizza es uno de los platos más queridos y populares en España y en todo el mundo, gracias a la infinidad de combinaciones posibles de ingredientes. Tanto mayores como pequeños disfrutan de este icónico plato originario de Italia. Sin embargo, la forma en que se sirve y se consume la pizza varía según la región y las costumbres locales.
En España, lo habitual es comer la pizza en casa o en restaurantes especializados, donde se suele cortar en porciones triangulares para facilitar su consumo. No obstante, esta no es la mejor manera de disfrutar de una auténtica pizza napolitana. Según la tradición de Nápoles, cuna de la pizza, este plato se ha consumido históricamente en la calle y con las manos.
Las pizzas napolitanas se caracterizan por ser más finas y llevar menos ingredientes que las versiones americanizadas, lo que las hace ideales para consumir de forma individual. En lugar de cortarla en porciones, la técnica tradicional consiste en doblar o plegar la pizza en cuatro partes, lo que se conoce como 'a portafoglio'. Este metodo se basa en doblar la pizza por la mitad y volverla a doblar otra vez hasta que forme un triángulo.
Ventajas de comer la pizza "a portafoglio"
Doblar la pizza en cuatro partes ofrece varias ventajas frente a cortarla en porciones. En primer lugar, al quedar el tomate en el centro, se evita que se derrame o que se caigan los demás ingredientes, algo que suele ocurrir cuando se corta en triángulos. Además, al empezar a comer por los bordes, se reduce el riesgo de quemarse con los ingredientes más calientes.
Otra ventaja de la técnica 'a portafoglio' es que permite saborear todos los ingredientes en cada bocado, ya que quedan envueltos en la masa doblada. Esto realza el sabor y la experiencia gastronómica, siempre y cuando se trate de una pizza fina y con pocos ingredientes, como manda la tradición napolitana.
La importancia de respetar la tradición
Aunque en España y otros países se haya popularizado el consumo de pizza en porciones, conocer y respetar las tradiciones culinarias de cada región puede enriquecer nuestra experiencia gastronómica. La técnica 'a portafoglio' nos invita a probar la pizza de una manera diferente y a apreciar la simplicidad y autenticidad de la receta original napolitana.
Además, adoptar esta forma de comer la pizza puede ser una manera de rendir homenaje a la cultura y la historia que hay detrás de este icónico plato y sentirte como un verdadero napolitano.
En definitiva, aunque en España estemos acostumbrados a comer la pizza en porciones, probar la técnica 'a portafoglio' puede ser una experiencia reveladora y deliciosa. Además de evitar que se caigan los ingredientes y de permitir saborearlos todos juntos, esta forma de doblar la pizza nos hace sentirnos auténticos napolitanos paseando por las calles de la bella Italia.
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