La también vicepresidenta de Asuntos Sociales de Vox recuerda que en paralelo a dicho conflicto y la reducida plantilla de la Policía Local, "el puesto de la Guardia Civil en Marchena tiene escasos efectivos y los mismos han de cubrir una comarca "enorme", en un escenario en el que "se están produciendo numerosos robos en propiedades rurales y en las mismas calles de la ciudad se ha verificado un sensible incremento de la delincuencia, con bandas organizadas que operan casi a cara descubierta", lo que debería traducirse en "una mayor presencia de agentes".

Por eso, pregunta al Gobierno por sus previsiones para "reforzar la seguridad de una localidad que lleva meses casi sin presencia policial en sus calles", criticando "la desidia de las autoridades municipales que prefieren no molestar al Gobierno de Pedro Sánchez con este tipo de cuestiones que consideran secundario". "Los vecinos de Marchena están vendidos. Son conscientes de la realidad de la misma manera que los delincuentes saben que este municipio es terreno abonado para la actividad ilícita, pues difícilmente se encontrarán en su camino a un policía o a un guardia civil".

A su entender, da la impresión de que "para la alcaldesa y para el PSOE, Marchena es un municipio de segunda división, pero no lo es". "La libertad de los marcheneros empieza cuando se garantiza su seguridad y aquí, la seguridad brilla por su ausencia y sus responsables tienen nombre y apellidos y color político", ha concluido.