¿Cómo encontrar depósitos con rentabilidad? Aquí 5 aspectos clave que debes revisar para no salir perdiendo

  • Una de las claves es comparar y buscar productos fuera de los bancos tradicionales, como los que ofrecen las Fintech u otras entidades extranjeras.
Rentabilidad
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C. GÁMEZ
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Las familias españolas acumulan más de 900.000 millones de euros en depósitos bancarios. Estos productos, que ofrecen una pequeña remuneración a cambio de mantener depositado el dinero en el banco por un periodo de tiempo, son los más populares entre los españoles.

Y es que la posibilidad de perder los ahorros en Bolsa para obtener rentabilidades atractivas hace que muchos ahorradores se decanten por contratar productos como los depósitos, que ofrecen una menor remuneración pero sin los riesgos a los que se expone el dinero dentro de los mercados financieros.

Sin embargo, en un entorno de crisis como el actual, en el que los bancos centrales actúan para impulsar la economía de los países bajando los tipos de interés, estos productos rentan menos que hace años, cuando nos encontrábamos en plena expansión económica y el precio del dinero era mayor. No obstante, esto no significa que necesariamente no existan productos atractivos para el bolsillo de los ahorradores, aunque sí hay que saber dónde y cómo buscarlos.  

¿Por qué los depósitos “no pagan” como antes?

Antes de elegir un depósito bancario que ofrezca cierta rentabilidad conviene conocer cuál es el contexto actual en el que se encuentran este tipo de productos bancarios. En primer lugar, hay que saber que la rentabilidad de los productos financieros va ligada al riesgo. Es decir, a mayor riesgo, mayores podrán ser los beneficios, mientras que, asumiendo un riesgo menor, las ganancias también serán menores. Así, puesto que los depósitos se sitúan en la escala de riesgo más baja, la remuneración será más pequeña respecto a la que puedan ofrecer otros productos como fondos de inversión o acciones de bolsa. Sin embargo, pueden ser una buena alternativa para aquellos ahorradores con miedo al riesgo.

Además, en la rentabilidad entran en juego las políticas monetarias de los Bancos Centrales. En la zona euro, desde la crisis económica de 2008, el Banco Central Europeo (BCE) puso en marcha medidas para impulsar la economía y paliar la depresión. Ello ha dado lugar a que desde 2011 el tipo de interés oficial del dinero se haya reducido desde el 1,5% hasta el 0% en la actualidad. ¿Y cómo afecta esto a los depósitos? Pues bien, teniendo en cuenta que los bancos utilizan distintas fuentes de financiación, la posibilidad de pedir dinero prestado al BCE al 0% les resulta más atractiva que “pedir el dinero” a particulares a través de depósitos y tener que abonar un tipo de interés superior por guardar ese dinero. 

Entonces, ¿qué hacer para encontrar rentabilidad?

A la hora de contratar un depósito bancario será necesario tener en cuenta varios aspectos que afectarán al beneficio obtenido como por ejemplo, el plazo, la permanencia, la cantidad mínima a invertir, la fiscalidad o el banco en el que se contrate.

Plazo y permanencia

Uno de los factores fundamentales que afectará a la remuneración obtenida es el plazo al que se contrate el depósito, que puede ir desde un año hasta los 10 años aproximadamente. Y es que cuanto más tiempo se tenga el dinero depositado en el banco, mayor será la remuneración que ofrezca la entidad, aunque en periodos largos siempre habrá que tener en cuenta la evolución de la inflación (el aumento de los precios) para que no afecte al ahorro.

Además, durante el periodo de tiempo que se mantenga el dinero en la entidad, el cliente no podrá disponer de ese dinero. No obstante, algunas entidades ofrecen la posibilidad de cancelar anticipadamente, aunque en la mayoría de los casos esto implica perder la remuneración acumulada, que se suele obtener al vencimiento del depósito. 

Mínimos a invertir y fiscalidad

Al igual que afecta el plazo a la remuneración, también lo hará la cantidad invertida. Por lo general, el mínimo que las entidades requieren para contratar el depósito y beneficiarse de la remuneración son entre 5.000 y 10.000 euros. En el otro extremo, no existe un máximo, aunque muchos lo fijan en 100.000 euros, que es el importe que garantiza el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD).

De este modo, cuantos más intereses genere el depósito, mayor será también la tributación a Hacienda, ya que este tipo de productos está sujeto a tributación en el IRPF como rendimientos del capital en la base imponible del ahorro. Dicha tributación se aplica en el momento en el que vence el depósito, es decir, cuando se recibe la remuneración. En la actualidad, los tramos del IRPF que se aplican son: hasta 6.000 euros (19%), entre 6.000 y 50.000 euros (21%) y más de 50.000 euros (23%). 

Buscar productos más allá del territorio español

Uno de los errores más comunes que se comete a la hora de contratar un producto de inversión o ahorro es el de no salir de la entidad bancaria o no comparar con otros bancos o plataformas, incluso fuera de España.

Y es que si solo se acude a entidades españolas los rendimientos pueden ser menos competitivos. De hecho, según los últimos datos del Banco de España, los depósitos a plazo de más de dos años ofrecen una rentabilidad media en España del 0,35%, frente al 0,71% de la zona euro.

Aun así, dentro del territorio español una de las mejores alternativas son las Fintech, que, por lo general, suelen ofertar productos con rendimientos más elevados respecto a la banca tradicional, con bonificaciones en torno al 1%. Entidades como Wizink, Banco Finantia Spain o Banca Farmafactoring (Facto) son algunas de las más populares.

No obstante, si lo que se buscan son rentabilidades mayores, siempre es posible contratar depósitos fuera de España. Una de las alternativas es la que ofrece Raisin, una plataforma de depósitos que está disponible en Finect, a través de la que se pueden contratar productos de diferentes países europeos con rentabilidades de hasta el 1,4% TAE. 

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