Parece que septiembre se ha convertido en el mes del 5G en España. Las grandes operadoras de telecomunicaciones se han unido a Vodafone, hasta ahora la única compañía que ofrecía el servicio, y han ‘encendido’ la quinta generación de tecnologías de telefonía móvil.
Primero fue Telefónica la que anunció el ‘encendido’ de esta red y poco a poco le han seguido Orange y Grupo MásMóvil a través de su marca Yoigo.
Después de meses de anunciar su llegada, la nueva tecnología 5G ya está aquí. Sin embargo, para algunos usuarios todavía suscita algunas dudas -incluso algunos temores, promovidos generalmente por el desconocimiento y los rumores-. Vamos a intentar aclararlas.
¿Qué es el 5G?
Los teléfonos móviles, tabletas y ordenadores personales forman parte de nuestra vida cotidiana y profesional, casi ya como algo necesario. Hemos vivido en relativamente pocos años varios cambios de tecnología móvil, que poco a poco han ido transformando nuestros dispositivos para ser cada vez más inteligentes y más ‘capaces’.
La denominación de 5G se refiere a la quinta generación de redes móviles que conocemos. Hemos aprendido lo que han sido el 1G -móviles que solo permitían hablar-, 2G -que introdujo los SMS-, 3G -que incorporó la conexión a internet- y 4G -que trajo la banda ancha-. Estos conceptos se han ido incorporando a nuestro vocabulario. Cada uno representa una evolución tecnológica de la anterior generación. Por lo tanto, el 5G es una evolución del 4G.
¿Qué mejora el 5G?
Principalmente, la velocidad y la latencia de las transmisiones inalámbricas de datos, pero también ofrece otras ventajas no desdeñables, como son la reducción en el consumo energético, el aumento del número de dispositivos conectables por antena repetidora y la reducción de los costes de despliegue, pudiendo incluso sustituir en muchos casos a las conexiones cableadas.
El 5G permitirá navegar hasta a 10 GBps -gigabytes por segundo-, diez veces más rápido que las principales ofertas de fibra óptica del mercado. Esto te permite, por ejemplo, descargar una película completa en cuestión de segundos.
Aunque normalmente nos fijamos más en la velocidad a la hora de comparar tecnologías de transmisión de datos, en este caso, por lo que conlleva, la prestación más destacable es la mejora en la latencia -el tiempo de respuesta de la red-, que permitirá conectarnos de manera inmediata.
Según los operadores, esta podría reducirse a 5 milisegundos, es decir, una conexión prácticamente en tiempo real. Esta mejora consigue mantener reuniones por videoconferencia o juegos online sin sufrir los llamados ‘lags’, retardos en la transmisión de una información que tiene que ser ofrecida de forma instantánea.
El 5G en el presente
Tenemos delante una nueva tecnología que está comenzando a caminar. Disponemos todavía de pocas opciones para adquirir un teléfono móvil o una tablet compatibles con ella. Aunque algunas de las marcas más conocidas ya han comenzado a sacar al mercado smartphones -incluso tabletas- con conexión 5G.
Por ejemplo, Vodafone cuenta en su gama de terminales con más de 20 teléfonos móviles 5G, varios de ellos disponibles por menos de 300 euros, y recientemente ha lanzado la primera tablet 5G en el mercado español: la Samsung Galaxy Tab S7 + 5G.
Al mismo tiempo, las operadoras de telecomunicaciones están desplegando nuevas antenas empezando por los núcleos urbanos de mayor densidad poblacional, y por eso estos últimos días algunas de ellas han anunciado el lanzamiento de su servicio 5G. Pero todavía queda mucho por hacer.
El futuro del 5G
“Uno de los mayores beneficios que nos va a aportar el 5G es que será posible la implantación definitiva del Internet de las Cosas”, explica Rubén José Moreno Pablos, administrador de sistemas de TI de la empresa tecnológica Hiberus. “Con el paso del tiempo observamos que más dispositivos conectables a internet irrumpen en nuestras vidas, como por ejemplo electrodomésticos -frigoríficos, lavadoras, cafeteras, etc.-, pero la tendencia es conseguir conectar absolutamente todo”, añade.
El primer paso necesario, comenta el experto, consiste en “adaptar nuestras conexiones fijas y móviles del viejo estándar IPv4 al no tan nuevo estándar IPv6, que aumenta drásticamente el número máximo de direcciones IP disponibles para acceder a internet a nivel mundial”.
Y continúa: “El segundo paso será la adopción generalizada de esta tecnología, que, por su baja latencia, bajo consumo energético y reducción de costes de despliegue, permitirá que cualquier elemento cotidiano quede conectado para que podamos monitorizarlo, configurarlo y gestionarlo de forma remota, desde cualquier parte del planeta donde dispongamos acceso a internet”.
Según Moreno, algunos ejemplos muy llamativos que “podrán ser una realidad” a medio plazo gracias al 5G son los coches autónomos o las operaciones quirúrgicas a distancia.
El 5G supone “una nueva revolución tecnológica por las enormes posibilidades que emergerán en el futuro inmediato, ofreciéndonos en el día a día mejoras y cambios que hasta ahora solo eran imaginables en la ciencia ficción, transformando una vez más nuestras vidas”, concluye el experto.
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