Iberia ha cancelado 53 vuelos en una nueva jornada de retrasos generalizados y desajustes en la programación que la empresa achaca a una huelga de celo no declarada de los pilotos, aspecto que niegan los representantes del SEPLA.

La mayor parte de los vuelos son de corto o medio recorrido, y la mayoría de ellos tienen origen o destino en el Aeropuerto de Barajas. Sin embargo, las rutas que unen España y el continente americano no se han visto afectados por las anulaciones.

La puntualidad de la compañía ha descendido hasta el 60% (normalmente se sitúa en un 85%), pero, a pesar de los retrasos, en los mostradores de facturación y en las puertas de embarque del aeropuerto madrileño la situación estaba tranquila.

La noche del pasado viernes, la dirección de la empresa envió una carta a la sección sindical del SEPLA en Iberia en la que les advertía de que abriría expedientes disciplinarios de los pilotos si no ponen fin a las alteraciones que producen en los vuelos.

Mientras, desde el SEPLA han negado que en las asambleas celebradas por los pilotos los días 4 y 12 de diciembre se haya lanzado la consigna de iniciar una huelga de celo (una paro que aplica rigurosamente las disposiciones del convenio laboral)  y han manifestado que se trata de actitudes individuales.