El campamento acoge a 33 menores con edades comprendidas entre los 6 y 13 años desde el pasado día 1 de agosto y finaliza el próximo lunes, con horario de 9.00 a 13.00 horas.

El objetivo de esta escuela-taller de verano es desarrollar actividades escolares y lúdico-deportivas para garantizar el entretenimiento y aprendizaje de todos los alumnos y alumnas, ofreciéndoles un espacio donde desarrollar sus capacidades tanto culturales, como motrices, afectivas y sociales.

En este sentido, Bermúdez comentó que este campamento "sirve, por un lado, para que los niños tengan actividades de ocio y refuerzo escolar durante el verano y por otra parte, para el centro escolar supone una prueba a la hora de implantar las medidas en materia de COVID-19 que hay que implantar antes del inminente comienzo del curso escolar".

El alcalde quiso destacar que desde el Ayuntamiento están muy pendientes del día 15 de septiembre y van a "colaborar en garantizar el comienzo de las clases una vez marque la Consejería de Educación el protocolo a seguir y que esté dentro de las competencias".

El Campus de Verano Ofra-Costa Sur cuenta con un protocolo de entrada y salida por COVID-19 donde la entrega y recogida del menor se realizará siempre por un adulto autorizado, manteniendo en la medida de lo posible la distancia de seguridad y con mascarilla.

Los monitores, una vez lleguen los alumnos al campamento tomarán la temperatura y si es superior a 37 grados el alumno no podrá quedarse en el campus.

Por su parte, Gladis de León recordó que "estos talleres cuentan una metodología que contribuye al desarrollo global de niñas y niños, fomentando la creatividad, la responsabilidad, el respeto y la solidaridad" y añadió que "la adquisición de valores hará que estos niños y niñas sean capaces de desenvolverse con éxito en la sociedad a la que han de incorporarse de manera activa".