El alcalde, David Pons, ha advertido que "la concentración de cientos de personas puede acabar convirtiéndose en un foco de infección muy peligroso". Así, ha asegurado en un comunicado que la voluntad del gobierno municipal es "evitar las masificaciones para proteger a la población, más si cabe, en un momento tan delicado como este en el que nos enfrentamos a un brote".
El primer edil ha asegurado que se aplicarán "fuertes" sanciones a aquellos que desobedezcan esta restricción, que está prevista que se alargue "hasta que la situación esté más tranquila".
De hecho, según ha confirmado Pons, la Guardia Civil ha diseñado un dispositivo especial de vigilancia para impedir que el tráfico pueda circular por los caminos cortados.
"Pido prudencia a la gente y sobre todo que respeten las medidas. Es obligatorio llevar mascarilla, mantener la distancia y limpiarse constantemente las manos. Es por el bien de todos. Si cumplimos, ganaremos la batalla al virus", ha zanjado.
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