Bielorrusia sigue sumida en el caos: ¿Qué opciones hay de que se desate un conflicto como el de Ucrania?

El presidente bielorruso, Alexánder Lukashenko (d), recibe al presidente de Rusia, Vladímir Putin (i), a su llegada a la cumbre de mandatarios cuatripartita para la paz en Ucrania.
El presidente bielorruso, Alexánder Lukashenko (d), recibe Vladímir Putin (i).
EFE/ZENKOVICH
El presidente bielorruso, Alexánder Lukashenko (d), recibe al presidente de Rusia, Vladímir Putin (i), a su llegada a la cumbre de mandatarios cuatripartita para la paz en Ucrania.

Disturbios, detenciones, fallecidos, oposición expulsada y censurada...Muchas cosas están pasando estos días en Bielorrusia después de que Alexandr Lukashenko venciera en las elecciones presidenciales con el 80% de los votos. Entre acusaciones de fraude, el Gobierno ha reaccionado con represión. Y la cabeza de quienes vivieron las revueltas del Maidán en 2014 recuerdan lo que pasó en un Ucrania. Entonces hay una pregunta que ronda: ¿puede pasar algo parecido en Bielorrusia?

Hay un denominador común por encima del resto, como es la influencia de Rusia. Siendo más estrictos, Lukashenko está cómodo dependiendo del Kremlin y vende a la población un mensaje de estabilidad económica. Al menos de puertas hacia fuera. Dentro, las cosas son distintas. La deriva lleva años siendo completamente autoritaria, hasta tal punto que se considera que Bielorrusia es "la última dictadura de Europa". 

Y es que tras las elecciones, la principal opositora, Svetlana Tijanovskaya se ha tenido que refugiar en Lituania tras haber sido retenida por las fuerzas de Lukashenko durante varias horas. Ella misma se presentó a los comicios -en coalición con otras formaciones- después de que los iniciales rivales del presidente fueran también arrestados.

Los expertos consultados por 20minutos son cautos y breves a la hora de plantear si Bielorrusia puede entrar o no en un escenario como el de Ucrania. "El contexto no es el mismo, porque en Bielorrusia no hay dos bandos marcados, solo uno contra el Gobierno" y Putin mantiene "de momento un perfil poco bélico por así decir". Eso sí, el presidente ruso no ha ocultado nunca su intención de anexionar Bielorrusia como ya buscó hacer con Crimea hace seis años.

"La crisis y los enfrentamientos no se van a quedar en una protesta por los resultados electorales, van a ir para largo", sentencian los analistas. De esta forma, Bielorrusia está en rojo. Sobre todo para la Unión Europea, que ya ha amenazado con sanciones y que va a "revisar" sus relaciones con el país, tal como comentó el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.

La cifra general de detenidos, por su parte, había superado este miércoles los 6.000, después de que el Ministerio del Interior de Bielorrusia haya informado de más de un millar de arrestos en la tercera noche de disturbios, según la agencia de noticias DPA.

Interior también ha reconocido que la Policía ha utilizado fuego real en la ciudad de Brest, cerca de la frontera con Polonia, después de que supuestamente los manifestantes atacasen a los agentes. Según el Gobierno, los policías inicialmente dispararon al aire, pero posteriormente abrieron fuego contra los manifestantes con "la intención de causar heridas".

El 25 de agosto de 1991, Bielorrusia se declaró independiente tras la disolución de la URSS, pero al mismo tiempo es uno de los países con más rescoldos del pasado. Por ejemplo, mantiene la KGB, con el mismo nombre, a pesar de que también fue disuelta en su momento.

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