Los funcionarios de la Unidad Central de Vigilancia Electrónica de Instituciones Penitenciarias sólo estaban controlando cuatro dispositivos GPS de presos con permiso la tarde del sábado, pese a lo cual no detectaron que una de las alarmas saltó.Era la del GPS de Maximino Couto, que se lo quitó después de matar a su novia para dirigirse al domicilio de su ex mujer, a la que protegía este dispositivo. El mecanismo estaba programado para saltar si se acercaba a menos de 2.000 metros del domicilio.
Una vez se desprendió del dispositivo, llegó hasta el domicilio, en el que no encontró a la mujer, pero hirió a dos vecinos que declararon contra él.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios