Son datos de este IX Observatorio, lanzado por la Federación de Organizaciones Sorianas para seguir la evolución de las empresas de la provincia durante esta pandemia de COVID-19, que arrojan una importante caída de la confianza empresarial y un horizonte de recuperación que se alarga hasta 2022.

Hace un mes, el 52,9 por ciento de las empresas de la provincia creía que la situación se normalizaría durante 2021. Ahora hay un 27 por ciento de empresarios que creen que la crítica situación actual seguirá hasta 2022, mientras que un 39,7 mantiene que la actividad se normalizará el próximo año, mientras que Un 31,7 por ciento confiesa no saber cuándo podrá dar por superada la crisis.

Las empresas consultadas continúan manifestando un alto grado de afección por la crisis provocada por la pandemia y solo un cinco por ciento de ellas dicen no verse afectadas en la actualidad, frente al 33 que asegura estar "algo" afectadas y un mayoritario 62 que declara estar sufriendo "mucho" la crisis.

La caída de las ventas es el principal problema manifestado por las empresas. Un 87,3 por ciento se ve afectada por ella. Los ERTE suponen un quebradero de cabeza para el 38,1 por ciento de los encuestados que, en un 20,6 por ciento, dice estar sufriendo falta de liquidez.

Otros problemas son los impagos que sufren el 15,9 por ciento de los encuestados o los problemas de mercado que experimentan otros países (3,2%). Solo el 4,8 asegura no tener problemas que afecten a su actividad.

CAÍDA DE LA FACTURACIÓN

En cuanto a la caída de la facturación, la mejoría que experimentan los resultados de la encuesta respecto a las anteriores no llega a dibujar un buen panorama en la provincia ya que casi el 60 por ciento de empresas de la provincia están facturando por debajo del 50 por ciento, un 17,5 ha visto caer sus ingresos entre el 51 y el 75 por ciento, y el 15,9 de las consultadas asegura que su facturación ha descendido por encima del 75.

Así las cosas, el nivel de confianza se desploma y desciende en seis puntos hasta el 50,8 por ciento el número de empresarios que asegura que mantendrá su plantilla. Respecto al Observatorio de hace un mes, crece del 33,3 al 39,7 por ciento actual las empresas que aseguran que tendrán que reducir plantilla.

Sobre los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo, el 57,1 por ciento de los consultados asegura haberlo solicitado por fuerza mayor, frente al 7,9 por ciento que lo ha hecho por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción. Un 34,9 por ciento declara no haber aplicado esta medida en su empresa.

Entre quienes han solicitado un ERTE (el 65 por ciento de los encuestados), solo el 31,7 ha incorporado al cien por cien de la plantilla, frente a un 14,3 que se encuentra al 75 por ciento, otro 14,3 que trabaja con la mitad de la plantilla y un 3,2 que solo ha podido incorporar el 25 por ciento de sus trabajadores sujetos a expediente de regulación.

También la decisión inversora cae en picado en el último mes. Frente al 37 por ciento de empresarios que el 9 de junio aseguraba tener intención de invertir en su empresa, hoy solo el 17,5 por ciento manifiesta su voluntad de hacerlo, frente a un 82,5 que no invertirá.

La mejora de las instalaciones (66,7 por ciento), innovación y nuevas tecnologías (50%) y medidas de prevención de riesgos laborales frente a la pandemia (25%) son las áreas en las que invertirá ese minoritario 17,5 de empresarios.

En este IX Observatorio han participado 63 empresas de las cuales el 27 pertenece al sector Servicios, el 23,8 por ciento a Industria, el 14,3 a Hostelería, el 6,3 a Construcción, un 17,5 a Comercio y un 11,1 por ciento al sector agroalimentario.