Los hechos sucedieron sobre las 21.00 horas cuando dos mossos y un policía local de Lloret de Mar (Girona) estaban fuera de servicio con sus familias en el área de picnic de Els Avets, y escucharon un coche que daba fuertes acelerones y hacía derrapadas.
En la zona está prohibido que entren coches pero de repente la gente empezó a gritar y a esquivar a un turismo que apareció a gran velocidad, por lo que los agentes trataron de proteger a los menores que había en la zona hasta que la redujo.
En ese momento, uno de los policías cogió el cinturón de seguridad a través de la ventana del conductor para evitar sus movimientos, mientras otro agente le quitó la llave del contacto y apagó el motor.
El conductor viajaba con una mujer de copiloto y detrás estaban sus dos hijos de 9 y 11 años, por lo que retuvieron al hombre hasta que llegaron las patrullas uniformadas que le hicieron una prueba de alcoholemia que dio una tasa de 0,91 miligramos por litro de aire espirado, cuando la tasa máxima permitida es de 0,25.
El detenido, sin antecedentes policiales, pasó el 22 de junio a disposición judicial ante el juzgado de instrucción en funciones de guardia de Santa Coloma de Farners (Girona), que decretó su libertad con cargos.
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