En concreto, el primer servicio se produjo el día 1 de junio, sobre las 19.00 horas, cuando los agentes de la Guardia Civil dieron el alto a tres personas que responden a las iniciales de A.E.A.B, I.X.C.S. y L.S.A., vecinos de Fuerteventura, y que procedían de la costa de Aguas Verdes, en el municipio de Betancuria.

Los agentes encontraron en su vehículo varios sacos con unos 700 ejemplares de mejillones que acababan de capturar, siendo el peso aproximado de 43 kilogramos. Además de los mejillones, que no se pueden capturar por estar en periodo de veda, también se les intervino 4,6 kilogramos de percebes (unos 75 ejemplares), captura que también está prohibida, y 11,4 kilogramos de lapas (unos 500 ejemplares), excediendo esta última especie de la cantidad y días permitidos para su recolección, según informó la Guardia Civil en nota de prensa.

Un día más tarde, el 2 de junio sobre las 15.00 horas, los agentes de la PAFIF descubrieron a otras tres personas realizando marisqueo furtivo, que respondían a las iniciales de J.F.S, J.T.M y D.R.R., y estaban capturando mejillones en una zona de difícil acceso en la costa de la localidad de Los Molinos, en el municipio de Puerto del Rosario.

Estas tres personas tenían varios sacos llenos de mejillones con un peso de unos 107 kilogramos (unos 1550 ejemplares).

Asimismo, entre los días 6 y 8 del mes se volvieron a intensificar los servicios en las costas de Fuerteventura lo que motivó la denuncia de cuatro personas y la incautación de otros 50 kilos de mejillones, así como de 4,2 de lapas.

El objetivo, indica la Guardia Civil, de todas las personas denunciadas presumiblemente era la comercialización de los ejemplares capturados, diezmando su "ya preocupante población y dificultando la recuperación de la especie".

La captura del Mejillón Canario está prohibido durante todo el año en todo el litoral costero de Fuerteventura por la Orden de 16 de Julio de 2004 (BOC nº 141 DE 22 DE Julio de 2004) en la que se estableció la veda de esta especie por la "preocupante situación" en la que se encontraba la especie, peligrando su permanencia y futuro desarrollo.

Por último, la Guardia Civil señaló que a consecuencia de la intervención de los ejemplares, estos fueron devueltos al mar con vida, tramitando las correspondientes denuncias a la personas que portaban los mejillones, lapas y percebes por infracción administrativa grave al artículo 70.3 la Ley 17/2003 de Pesca de Canarias, la cual es remitida a la Viceconsejería de Pesca del Gobierno de Canarias.

Las infracciones por estos hechos pueden ser sancionados con multa de 301 a 60.000 euros, así como el decomiso de los productos o bienes obtenidos y los aparejos o útiles utilizados.