La violencia sigue creciendo en EE UU y empieza a castigar a Donald Trump

Coches calcinados cerca de la Casa Blanca, en Washington.
Coches calcinados cerca de la Casa Blanca, en Washington.
EFE
Coches calcinados cerca de la Casa Blanca, en Washington.

Al menos tres muertos es el trágico balance de la sexta noche consecutiva de disturbios en Estados Unidos tras la muerte del afroamericano George Floyd a manos de un policía blanco en Mineápolis. Lejos de remitir, la violencia en las calles va en aumento cada noche y la represión de las fuerzas del orden solo está consiguiendo exacerbar la ira de los manifestantes, que piden justicia o directamente venganza en el caso de los más radicales.

Dos fallecidos se contabilizaron este lunes en el estado de Iowa después de una larga noche de vandalismo y saqueo de comercios; y un tercero en Kentucky, este último bajo investigación porque fue abatido a balazos frente a un supermercado por la Policía Metropolitana de Louisville y soldados de la Guardia Nacional. Las tres víctimas se suman a la reportada este fin de semana en Indianápolis, mientras el país se prepara para una séptima noche de altercados.

El toque de queda ya se ha impuesto en más de 40 grandes ciudades norteamericanas, pero está siendo desafiado cada noche por miles de manifestantes, que aprovechan la oscuridad para enfrentarse a las fuerzas del orden, saquear comercios y sembrar el caos en las calles. La Policía denuncia que detrás de esos disturbios se encuentran bandas organizadas y ya hay más de 4.000 personas detenidas, entre ellas la hija del alcalde de Nueva York, el demócrata Bill de Blasio.

La tensión racial, siempre latente en EE UU, ha vuelto a estallar con virulencia en el país y empieza a pasarle factura al presidente, Donald Trump, tocado por su gestión de la pandemia de coronavirus. 

Según una encuesta publicada este domingo en The Washington Post, el que ya se considera candidato demócrata, Joe Biden, aventaja al presidente en 10 puntos en intención de voto (53%-43%) de cara a las presidenciales del próximo 3 de noviembre. El magnate neoyorquino, sin embargo, no parece preocupado y ha arremetido contra esa encuesta en su cuenta de Twitter. "Trump es líder en todos los estados indecisos. Encuesta demócrata muy sesgada, como en 2016", ha escrito, recordando que hace cuatro años ganó las elecciones contra todo pronóstico.

La encuesta de 'The Washington Post' sitúa a Biden diez puntos por delante del presidente Trump (53%-43%)

Pero es una evidencia que los disturbios están desgastando la imagen de Trump, que este viernes tuvo que ser evacuado al búnker subterráneo de la Casa Blanca durante una hora ante la escalada de protestas en las inmediaciones de su residencia: el Servicio Secreto se vio obligado a intervenir cuando los manifestantes lanzaron piedras e intentaron superar la verja que rodea el perímetro de seguridad. 

Y este domingo, la Casa Blanca, que está siendo uno de los epicentros de las protestas, mostró otra imagen inédita y cargada de simbolismo al apagar sus luces del exterior, una oscuridad que contrastó aún más con los pequeños incendios provocados en los alrededores por los manifestantes.

Trump exige más dureza a los gobernadores

Pero Trump no está dispuesto a modificar su estrategia de mano dura para acabar con los altercados y este lunes ha exigido a los gobernadores del país, a los que ha calificado de "débiles", una respuesta más agresiva contra los manifestantes. "Si no le ponen fin, la situación va a empeorar más y más. Ellos solo triunfan cuando ustedes son débiles, y la mayoría de ustedes son débiles", ha dicho Trump en una videoconferencia con las primeras autoridades de cada estado.

Según una grabación de esa reunión obtenida por la cadena CBS News, Trump se ha quejado de que los gobernadores "no están haciendo uso" de los militares para reprimir las protestas, en referencia a los efectivos de la Guardia Nacional que han sido movilizados y les ha pedido más arrestos: "Tienen que seguir la pista a la gente, tienen que meterles en la cárcel durante diez años y nunca más verán este tipo de cosas de nuevo. Si no les dominan a ellos, están perdiendo el tiempo. Van a arrollarles y ustedes van a parecer una panda de idiotas", ha subrayado el presidente.

No obstante, la actuación de las fuerzas del orden no está siendo precisamente blanda y son muchos los periodistas que han denunciado agresiones o detenciones injustificadas durante los toques de queda. Es más, en Atlanta dos policías han sido despedidos por uso excesivo de la fuerza contra dos estudiantes de raza negra que circulaban en un coche tras el inicio del toque de queda. El vídeo, que se ha viralizado en internet como el de la muerte de Floyd, ha provocado aún más indignación en la capital de Georgia, un estado acostumbrado a convivir con las tensiones raciales.

Por su parte, el gobernador del estado de Minesota, Tim Walz, ha anunciado este lunes una prórroga de dos días del toque de queda para evitar disturbios durante las protestas y ha señalado que el funeral por Floyd se celebrará este mismo martes. "Será un evento importante", ha dicho.

El caso Floyd ha traspasado fronteras y ha habido protestas en varios países europeos, incluida España, y han llegado hasta Nueva Zelanda. También China ha aprovechado la ocasión para vengarse de Trump por su reciente apoyo a las revueltas en Hong Kong y Pekín ha instado a EE UU a "resolver sus problemas internos de discriminación racial" sin "reprimir" a sus ciudadanos.

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