En el mundo de la inversión existe el mito de que para poder generar rentabilidad en nuestros ahorros es necesario tener mucho dinero, dedicarle tiempo y disponer de un gran conocimiento sobre los mercados financieros. 

Sin embargo, al igual que las nuevas tecnologías han llegado a nuestra vida para hacérnosla mucho más fácil, también han hecho lo propio en el mundo de la inversión, en el que se han tumbado todos esos mitos y han desaparecido las barreras para invertir. 

Ahora ya es posible hacer todas las gestiones desde la comodidad de nuestra casa e invertir en cualquier parte del mundo a golpe de click. Pero, sin duda, lo más importante es que los nuevos métodos de inversión tienen cada día costes mucho más competitivos para los pequeños inversores y no se necesita un gran patrimonio para entrar en los mercados financieros.  ¿Qué opciones tienen los pequeños inversores? 

Fondos indexados o de gestión pasiva

Una de las fórmulas más sencillas es invertir a través de fondos indexados o fondos de gestión pasiva. Este método consiste en invertir en índices en lugar de buscar las mejores oportunidades del mercado y hacer selección, lo que hace que los costes se reduzcan mucho más, ya que no es necesario hacer un estudio previo de cuáles serán las compañías en las que va a invertir a través de ese fondo. 

Por este motivo, son productos más adecuados para los inversores no profesionales, ya que no se necesitan grandes conocimientos ni se requiere demasiado tiempo. Los fondos indexados invierten siguiendo índices concretos como el Ibex 35, el S&P 500 en EEUU, u otros mercados. 

De este modo, lo que se busca es obtener la misma rentabilidad que obtienen estos índices o, incluso, en algunos casos, llegar a superarla. Puesto que el comportamiento de este tipo de fondos se basa únicamente en copiar de la forma más fiel posible el índice de referencia, las comisiones de gestión suelen ser muy bajas. 

Normalmente, estas se sitúan entre un 0,2% y un 0,3% anual aproximadamente, ya que en estos casos no existe detrás un equipo gestor especializado que selecciona uno a uno los valores que componen el fondo, como en el caso de los fondos de inversión tradicionales (conocidos también como fondos de gestión activa). 

Hay que tener en cuenta que este tipo de productos no se encuentra en las sucursales bancarias tradicionales, sino que habrá que acudir a un banco especializado de inversión o supermercados de fondos online. Algunos de los más conocidos son, por ejemplo, Renta 4, MyInvestor o Selfbank, entre otros.

¿Puede un robot invertir por mí?

Ahora bien, si apenas se tienen conocimientos financieros, seleccionar el fondo indexado con el que se quieren rentabilizar los ahorros puede ser algo complicado, ya que necesitaremos conocer cómo se comportan cada uno de estos índices y, además, tendremos que invertir en diferentes mercados para no estar expuesto solo a uno y arriesgar todo nuestro dinero. 

Por lo general, los límites mínimos para invertir a través de los gestores automatizados se sitúan en torno a los 500 euros

En estos casos, una de las mejores opciones son los gestores automatizados (o roboadvisors en el mundo anglosajón), que también son una alternativa para aquellos que cuentan con patrimonios pequeños pero que necesitan algo de ayuda a la hora de invertir. 

Por lo general, los límites mínimos para invertir a través de los gestores automatizados se sitúan en torno a los 500 euros (en Invertimos por ti, de Openbank y en Caixabank Smart Money) o 1.000 euros (en Indexa Capital, inbestMe o Popcoin), por lo que son mucho más asequibles que otros productos de inversión. 

Estos gestores automatizados ofrecen la posibilidad de invertir en fondos o planes de pensiones (normalmente indexados) asignando una cartera en función del perfil de riesgo de cada inversor. Es decir, dependiendo de si se quiere arriesgar más o menos, ofrecen un conjunto de fondos indexados que son seleccionados a través de sus propios algoritmos y que ajustan automáticamente en función de las condiciones del mercado. 

Además, en algunos casos, también hay un equipo humano de análisis que complementa o corrige con su visión la propuesta que sale del modelo. Al invertir con un roboadvisor los costes por el servicio son algo mayores, ya que el robot se encarga de seleccionar el peso de los fondos en los que se invierte. 

Aun así, se trata de comisiones muy inferiores respecto a las que ofrecen las gestoras especializadas en fondos de gestión activa. Además, en las últimas semanas, la guerra por captar clientes entre los gestores automatizados se ha ido incrementando, lo que ha supuesto un beneficio para los inversores, ya que los costes se han reducido considerablemente, entre el 0,6% total anual y el 1,2% aproximadamente para inversiones inferiores a 10.000 euros.