España tiene un déficit de talento digital: resolverlo elevaría un 15% la creación de empleo especializado

  • Por cada recién titulado, hay más de 6 empresas optando por ese mismo perfil profesional.
  • El número de egresados universitarios en las ramas informáticas ha crecido un 16,5%.
Desde el Departamento de Salud han decidido poner "protecciones adicionales".
España tiene un problema de falta de perfiles y competencias digitales.
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Desde el Departamento de Salud han decidido poner "protecciones adicionales".

España tiene un serio problema de falta de perfiles y competencias digitales. Es lo que llaman el déficit de talento digital. Es una asignatura pendiente del tejido formativo que desemboca en un problema del tejido productivo.

Un estudio elaborado por la Fundación VASS y la Universidad Autónoma de Madrid asegura que resolver ese déficit de talento digital permitiría crear un 15% más de empleo especializado. Además, de ese modo, aseguran, se aportaría al año más de 360 millones de euros a la economía española solo en el sector TIC y una mayor recaudación fiscal, superior a los 100 millones de euros anuales.

En la segunda edición del informe ‘Empleabilidad y Talento Digital 2019’ han participado expertos de 50 compañías e instituciones significativas del sector TIC y cerca de mil estudiantes de últimos cursos de ingenierías de Telecomunicaciones e Informática pertenecientes a 19 universidades con presencia en un total de 42 provincias españolas.

Otra de las conclusiones es que, pese a ser España el país europeo donde más ha crecido el número de empresas que ofrecen trabajo a especialistas TIC en los últimos siete años (hasta 160.000 empresas precisan incorporar estos perfiles), los jóvenes que anualmente salen al mercado laboral procedentes de este tipo de formaciones, ya sean universitarias o de formación profesional, son solo 25.000. Esto significa que, por cada recién titulado, hay más de 6 empresas empleadoras optando por ese mismo perfil profesional.

Esta escasez de perfiles digitales se produce por la conjunción de dos realidades: por un lado, hay un gran número de empresas que necesitan reclutar especialistas TIC aunque no sean organizaciones de base tecnológica; y por otro, porque, a pesar de que, desde el curso 2015-16 el número de matriculados en las ramas informáticas ha crecido un 16,5%, la cifra de egresados (6.224 en 2018, último dato disponible,) es a todas luces insuficiente para cubrir las necesidades empresariales.

La distancia entre lo que saben los recién graduados y lo que piden las empresas ha aumentado un 4% en un año

El estudio también analiza cuáles son las competencias técnicas y trasversales que conforman el talento digital. Así, concluye que la distancia que separa las competencias de los recién graduados en Informática de las requeridas por las empresas aumenta un 4% respecto al año pasado, pasando de 40,3 puntos a 44,1 puntos (en una escala de 0 a 100). Es decir, se incrementa la brecha entre lo que buscan las empresas y el talento de los graduados informáticos.

En las competencias técnicas (hard skills), la distancia supera los 50 puntos, empeorando en casi 8 puntos el índice de 2018. Para Rueda, se trata de “una divergencia peligrosa entre tecnologías que evolucionan rápido y planes de estudio incapaces de hacerlo al mismo ritmo, ya que están orientados a otros contenidos que, aunque altamente técnicos, tienen un carácter más estructural y transversal”. Sin embargo, en competencias comportamentales (soft skills), cuya importancia en la composición del talento alcanza el 41,7% (39,9% en 2018), la distancia de talento se reduce ligeramente, un 1,3% respecto a la anterior edición.

El Índice de Asimetría Profesional, que mide la diferencia de percepción que tienen los expertos respecto a las competencias de los nuevos profesionales, y de los jóvenes respecto a sí mismos, se estrecha, pasando en un año del 31,2% al 23,1%. Según Antonio Rueda, director de la Fundación VASS y responsable de este estudio, esto significa que “la visión de los jóvenes está más alineada con la de las compañías, lo cual debería allanar su adaptación profesional”.

Reorientar la formación a las necesidades de mercado

El informe propone reducir cuanto antes las distancias entre el mundo de la empresa y el mundo universitario en cuanto a las TIC se refiere. Como primer reto, se señala la necesidad de intensificar la comunicación entre la universidad y el mundo empresarial, actualizando algunos contenidos docentes.

Las tasas de abandono durante el primer año superan el 30% en las ingenierías informáticas. Además, los estudiantes tardan más en terminar su carrera (5,32 años en los itinerarios de 4 años, un 10% más que el promedio general). Esas dos circunstancias alertan, según Rueda, de la necesidad de una “reformulación de los planes y contenidos para que se orienten más a las necesidades de mercado”.

Por último, el estudio ‘Empleabilidad y Talento Digital 2019’ señala un tercer reto, relacionado con las políticas de género. Aunque en el sector TIC la tasa de desempleo femenino es mínima (un 8,1% para mujeres de 25 a 34 años, frente al 19,3% general), las jóvenes que apuestan por estudios universitarios de ingeniería informática representan sólo un 14% del alumnado. 

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