"Lo responsable es hacerlo cuando menos riesgo hay y lo irresponsable sería hacerlo cuando hay más riesgo", ha sentenciado Feijóo, en una rueda de prensa telemática, en la que también ha asegurado que la Asesoría Xurídica ratifica el mismo horizonte como "prudente" y "correcto" para evitar que el "riesgo" de un rebrote de la COVID-19 pueda impedir "el derecho a sufragio" de los gallegos.

Pese a apuntar a julio, ha evitado cerrar una fecha y ha anunciado que, antes de hacerlo, "oirá" a la oposición en un encuentro que ha convocado para este jueves a las 16,30 horas y al que le obliga el decreto por el que se suspendió la cita del 5A. La hora la concreta en una carta que ha enviado a sus rivales políticos, a la que ha tenido acceso Europa Press, en la que rememora el acuerdo de marzo para suspender los comicios y apela a "intentar encontrar" de nuevo "una solución consensuada".

De este modo, Feijóo oirá a las formaciones gallegas este jueves, en la misma jornada en la que el lehendakari vasco, Iñigo Urkullu, se reúne con los partidos en Euskadi. Pero, previamente, ha dejado sobre la mesa un avance de los resultados de la primera fase del estudio epidemiológico del Sergas, así como los informes sanitarios y el de la Asesoría Xurídica, que apuntalan julio como horizonte más probable.

En cuanto al estudio del Sergas, Feijóo ha subrayado que ratifica que el virus circuló poco por la Comunidad, por lo que habría un alto riesgo de rebrote, dado que la población afectada habría estado "en torno al 1%".

En cuanto al momento de más peligro de un repunte del virus, el escenario para Galicia se complicaría, sobre todo, después de julio, a medida que aumente la movilidad entre comunidades y haya más desplazamientos al noroeste. A partir de entonces, el riesgo "crecerá quincenalmente y mensualmente".

Así las cosas, Feijóo, quien hasta hace poco aseguraba que las elecciones no estaban "en su agenda" y ha insistido en que le resulta "incómodo" tener que abordarlas cuando su "prioridad" es combatir la pandemia, ha defendido que, dado que "la legislatura finaliza" y Galicia podría quedar en una situación "atípica" y sin Parlamento, es obligado decidir entre dos opciones: "julio o septiembre".

Y ha añadido que todos los informes analizados -el epidemiológico y los que firman el jefe de unidad coruñesa de Enfermedades Infecciosas, Enrique Míguez; Manuel Vázquez Lima, de la Sociedad Española de Medicina de Urgencia y Emergencia; el presidente de la Sociedad Galega de Medicina Intensiva y Unidades Coronarias, Pedro Rascado; y el subdirector xeral de Información sobre a Saúde, Xurxo Hrevada- "coinciden" en que lo más seguro es celebrar los comicios "cuanto antes": a principios de verano.

"EL PASO A LA NORMALIDAD DEBE PERMITIR EL DERECHO A VOTO"

"El paso a la normalidad tiene que permitir el derecho a voto indelegable con las máximas garantías de salud y democráticas", ha defendido, en su intervención, el presidente, quien, en todo caso ha asegurado que su prioridad no es otra que "insistir y proseguir" en la lucha contra la pandemia.

"Mi agenda sigue siendo la gestión de la pandemia, pero tengo que decir que, tras escuchar a los expertos, con nombres y apellidos, que en las últimas semanas asesoran al Gobierno y elegidos por sus sociedades científicas para presidirlas, todos coinciden en que, desde el punto de vista sanitario, lo mejor es hacer las elecciones cuanto antes", ha señalado.

Ha añadido que, cuanto "más" se retrase la convocatoria habrá "más riesgo" de rebrote. "Veremos qué opina la oposición y con lo que me dicen los expertos por escrito y lo que digan los partidos este jueves, tomaré una decisión, que será la más responsable", ha garantizado el jefe del Ejecutivo gallego.

¿COINCIDIR CON LAS VASCAS? SERÍA "BUENO"

Tras recalcar que lo que está sobre la mesa es decidir cuál es el momento "menos malo e inseguro para votar" y constituir un Parlamento que tendrá "mucho trabajo" para la reactivación social y económica de la desescalada, Feijóo ha admitido, preguntado al respecto, que sería "bueno" que los comicios gallegos y vascos coincidiesen por cuarta vez desde 2009.

Ya iban a hacerlo el 5 de abril y Feijóo ha manifestado que estaría bien "reducir" el calendario electoral en España. "Coincidir sería un buen dato", ha insistido, antes de ser preguntado acerca de si ha hablado con Urkullu en las últimas horas. Al respecto, ha apuntado que "sí" mantiene conversaciones "frecuentes" con su homólogo vasco, antes de remarcar que también habla "con más frecuencia" con otros presidentes.

Preguntado sobre qué domingo de julio, el presidente gallego ha admitido que la recomendación "más" próxima a lo que opinan los expertos llevaría la cita electoral gallega a finales de junio o al 5 de julio, pero ya no quedan los 54 días de margen precisos para convocar. El primer domingo al que podría llamar a los gallegos es el 12 de julio y tiene como límite para hacerlo hasta el próximo martes 19.

En todo caso, Feijóo no ha dado por cerrada una fecha. Ha insistido en que escuchará a la oposición y después tomará una decisión con la mayor "rapidez" posible. "Será más fácil", ha augurado, si los partidos "coinciden" y, a la vez, "coinciden" también con la postura de los expertos.

CONSULTA A LA JUNTA ELECTORAL

Una vez que haya una fecha sobre la mesa, Feijóo ha explicado que tocará consultar a la junta electoral sobre los pasos que hay que dar para garantizar unas elecciones seguras. Ha apuntado a dos cuestiones que tocará solucionar: "facilitar el distanciamiento físico" a la hora de votar y proteger a los miembros de las mesas electorales.

"Veremos con mayor concreción ahí como podemos señalar esto en los colegios, y también ver cómo mejorar y aumentar los servicios de seguridad y orden, y facilitar que, si hay personas que a las 20,00 horas estén en el recinto pero no puedan votar, se busque una fórmula flexible para ejercer su derecho. Este tipo de cuestiones las podremos ir concretando, de acuerdo con la junta electoral, a partir de que se convoquen las elecciones", ha explicado.

Finalmente, ha defendido que abordar la convocatoria de los comicios "no es un capricho", sino una obligación para que Galicia pueda afrontar la fase de reactivación económica y social.