Así, según han indicado, las medidas acordadas entre representantes y empresas para garantizar la seguridad ante el COVID-19 de la plantilla de los metros andaluces "han sido eliminadas unilateralmente por el Gobierno autonómico, sin previo aviso, de madrugada y en colaboración con las empresas concesionarias".

En un comunicado han explicado que la llegada de las nuevas fases de la desescalada "ha llegado envuelta en una grave polémica en los metros andaluces en la que se ponen en riesgo tanto la salud de las personas trabajadoras de las diferentes explotaciones en Málaga, Granada y Sevilla, como las relaciones laborales entre representantes y empresas".

Al respecto, esta organización sindical ha criticado que "la dirección ha decidido unilateralmente rebajar las medidas de seguridad de las plantillas, sin previo aviso y haciendo caso omiso de que esas medidas, ahora eliminadas, fueron consensuadas y acordadas entre todas las partes".

Según CCOO, lo que ha generado más polémica "es la eliminación de la zona más próxima a los puestos de conducción como zona segura para el personal laboral y que garantizaba el mínimo de distancia social recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Ministerio de Sanidad e incluso la Consejería de Sanidad".

"La eliminación de esta medida ha sido entendida por las diferentes plantillas como un acto de desprotección de la salud de las personas trabajadoras y un desprecio más -han indicado- hacia la representación de los tres metropolitanos públicos dependientes de la Junta de Andalucía, donde en más de año y medio no ha habido interlocución".

Metro Málaga es la más perjudicada de toda Andalucía al tener una plantilla compuesta por 140 personas, de las cuales hay afectadas por dichas medidas 83.

Desde el sindicato han subrayado que "no es de recibo que el servicio público de transporte ferroviario de la Junta de Andalucía tenga que soportar que el Gobierno autonómico se sume a seguir poniendo 'piedras en las vías' a las ya tan debilitadas relaciones laborales y en este caso de una forma tan grave, jugando con la salud de sus plantillas y de sus familias".

Por ello, desde CCOO ha exigido a la Junta de Andalucía y a las tres empresas explotadoras, "que rectifiquen y sigan manteniendo esta zona segura para las plantillas de los tres metros andaluces, al menos hasta que exista un remedio o vacuna para el COVID-19". Además, ha instado a dicho Gobierno "a que reflexione y garantice la seguridad y la salud de todas las plantillas".

Por su parte, desde la Consejería de Fomento han asegurado que Metro de Málaga "ha extremado las medidas de protección de su personal de operación -conductores y técnicos de operación, principalmente- desde el inicio del estado de alarma". Así, han afirmado que, al margen de la disponibilidad de los EPI, "todo el personal de operación de metro cuenta con mascarillas FFP2".

Han indicado que desde este lunes, 11 de mayo, "el 50 por ciento de las plazas sentadas están señalizadas para no ocuparse, conforme a la orden establecida por el Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, y se ha señalizado así la mitad de los asientos".

"Esto no implica, en ningún caso, un riesgo adicional en relación con la situación anterior -no se podían ocupar la primera fila asientos junto a la cabina del conductor-, ya que los conductores llevan la reseñada mascarilla FFP2 y, además, la cabina del conductor es un recinto cerrado para la conducción, que dispone de climatización independiente de la sala de pasajeros", han apuntado.

Finalmente, han querido agradecer desde la Consejería de Fomento "el compromiso y esfuerzo de los trabajadores de los tres metros, que han contribuido a garantizar la prestación del servicio de transporte en este periodo".