El plan de desescalada establece que el paso de una fase a otra debe evaluarse cada 15 días, aunque el Gobierno se ha dispuesto a ser flexible y permitirá que los gobiernos autonómicos presenten ya el próximo lunes o martes nuevas propuestas para poder avanzar en una sola semana y el lunes 18 de mayo unirse a la Fase 1. Así piensan hacerlo la Comunidad de Madrid o la Comunidad Valenciana, para el caso de Valencia. Sin embargo, fuentes del Gobierno central han dudado este sábado de que en tan poco tiempo, en cuestión de días desde la evaluación de este viernes, se detecten mejoras suficientes.

“Estadísticamente no es lo más probable que en dos o tres días pueda haber un cambio para acreditar un cambio de fase”, ha apuntado fuentes del Gobierno un día después de que el Ministerio de Sanidad diera el visto bueno para que el lunes que viene pase a Fase 1 el 51% de los territorios del país. El 49% restante permanecerá en Fase 0, incluido Madrid o Valencia capital, cuyos gobiernos autonómicos ya anunciaron que volverán a presentar un estudio de la situación en los próximos días.

Según el plan diseñado por el Gobierno, las revisiones de la situación tanto en los casos ordinarios de cambio de fase cada 15 días o en situaciones en las que una provincia intente unirse una semana después, deben llegar a Sanidad a principios de semana, lunes o martes, para que se puedan estudiar y haya una decisión el viernes siguiente, de manera que se pase de fase el lunes siguiente.

En el caso de la revisión que, por ejemplo, se va a pedir sobre Madrid y Valencia, los nuevos informes deberían estar listos por tanto solo tres o cuatro días después de que este viernes Sanidad decidiera que no estaban preparados para pasar a Fase 1. En este contexto, las fuentes han advertido de que “hay que gestionar esto con prudencia” puede que los refuerzos requeridos no estén listos “en un tiempo tan pequeño como para dar ese paso”.

A pesar de ello, el Gobierno va a recibir los nuevos informes cuando se los hagan llegar las comunidades que no están de acuerdo con esta primera evaluación de viernes. Las fuentes han recordado que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha comunicado a los consejeros que “cualquier comunidad que piense que tiene que hacer alguna modificación de fase o que considere que está en condicione de avanzar, que presenten sus indicadores cada lunes o martes, para que haya tiempo para tomar una decisión el viernes”.

No obstante, han incidido en que “lo razonable, pertinente y como premisa general es que se vaya avanzando cada 15 días, semana sí semana no”.

Madrid y Valencia, disconformes

La Comunidad de Madrid y la Comunidad Valenciana fueron los dos gobiernos autonómicos que este viernes se mostraron más en desacuerdo con la evaluación de Sanidad, que deja a Madrid o Valencia en Fase 0, a pesar de que ellos habían pedido pasar a la Fase 1.

En ambos casos, sus responsables políticos han anunciado ya que volverán a comunicarse con el Ministerio cuanto antes para intentar que el cambio de etapa sea el 18 de mayo y no el 25, como correspondería al plazo de 15 días por fase.

En este contexto, el Gobierno ha deseado este sábado que la evaluación de los indicadores y las decisiones sobre el paso de una fase a otra "no derive en un conflicto político", algo que, de producirse, en estos casos concretos enfrentaría al Gobierno de Pedro Sánchez con uno del PP, el madrileño de Isabel Díaz Ayuso, y con otro del PSOE, el valenciano de Ximo Puig. En todo caso, las fuentes lo han descartado. "Tengo la impresión de que con carácter general todo el mundo entiende que en este momento la prudencia sanitaria es algo que todos entendemos y la posibilidad de ir despacio, también, para consolidar la situación y poder avanzar".

Marcha atrás en caso de rebrote

Al comienzo de la transición hacia la "nueva normalidad", Gobierno y comunidades autónomas analizan de momento las posibilidades de los territorios de avanzar a la fase siguiente. Sin embargo, en caso de que fuera necesario, el plan establece también la posibilidad de retroceder si se registra el aumento de contagios. De momento, hay un esquema claro de cómo sería la regresión, aunque partiría de una "valoración cualitativa del conjunto de indicadores".

"Si de repente surgiera ten surgiera la convicción por parte de los técnicos de sanidad y de las comunidades una regresión importante, se podrían adoptar medidas que van hacia atrás", han señalado las fuentes, que han añadido que "no está decido todavía cuáles son estas medidas" que se tomarán en cuenta para determinar la marcha atrás.

 "Podrían ser medidas mas prudentes o que nos devolvieran a una situación de confinamiento severo si estallara un brote muy fuerte", algo que "no es probable porque el sistema está diseñado para ir con gran cautela y prudencia".

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