Será la semana que viene cuando se convierta en una más y se pondrá a las órdenes para conseguir reducir al mínimo el número de contagios por coronavirus. Hablamos del la princesa Sofía de Suecia, que no ve la hora de ponerse manos a la obra.

Lo ha anunciado Margareta Thorgren, la jefa de prensa de la Casa Real sueca. O más bien confirmado, porque el rumor se extendió desde que vieron a la esposa de Carlos Felipe participar en un curso para personal primerizo con ciertos conocimientos médicos básicos.

El curso era el resultado del despido de gran parte de su personal que tuvo que llevar a cabo la aerolínea escandinava SAS, dado que debido a la pandemia su tráfico era muy bajo. A los empleados que habían echado se les ofrecía esta posibilidad.

El curso per se apenas duraba tres días y lo impartía la Universidad Sophiahemmet, la cual está ligada, no solo por el nombre, al hospital contiguo, uno de los más importantes del país y donde se pondrá el mono de trabajo la princesa.

Jonas Ekströmer/TT/GTRES

La idea del curso es aliviar la saturación absoluta del sector de la enfermería, desbordado al completo por la crisis del Covid-19. Y Sofía ha decidido comprometerse y no solo realizar el curso sino que la semana que viene ya podrá trabajar en una carpa contigua al hospital, institución de la cual es presidenta honoraria y por la que conoce de primera man las necesidades del sector en lo referente a personal.

Como es lógico, tras únicamente tres días y algo de sabiduría previa en la materia, su trabajo no será el que llevaría a cabo alguien que ha realizado sus estudios en enfermería y la nuera de los reyes Carlos Gustavo y Silvia no estará en contacto con pacientes infectados por el virus. Tampoco, claro, quedarán bajo su responsabilidad.

Así bien, su labor consistirá en aquello que ocupa tiempo y esfuerzo del cansado equipo de enfermería: la princesa Sofía Hellqvist se dedicará a desinfectar el material sanitario y ayudará a limpiar las diferentes instalaciones a fin de que sus superiores puedan centrarse exclusivamente en sus pacientes.

No se sabe si tras su ardua tarea, como la de todos sus compañeros y compañeras, volverá cada día a la Villa Solbacken, la residencia familiar, o bien se alojará junto al hospital para no exponer a sus allegados.

Además, no es el único miembro de la familia real escandinava a quien se le ha visto arrimar el hombro por la pandemia: su cuñada, la princesa Victoria de Suecia, primogénita y heredera al trono, participó en la confección de cajas de comida para los más pobres y necesitados de un centro benéfico.