El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha ido este jueves sumando participantes entre las fuerzas del Congreso a la “Mesa” de negociación donde espera alcanzar una “gran alianza” para afrontar las consecuencias económicas y sociales del coronavirus. Aunque con reproches y con claras diferencias sobre sus objetivos, los portavoces de Unidas Podemos, Ciudadanos, JxCAT, Más País, Compromís y BNG le han trasladado este jueves que se sentarán en torno a la “Mesa de Reconstrucción Social y Económica” que les ha propuesto. Sin embargo, no echará a andar hasta que Sánchez no haya hablado con el líder del PP, Pablo Casado, que rechazó reunirse con él este jueves por anunciar la cita antes de consensuarla con él.

La portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha dejado claro el orden -primero hablar con Casado y luego inaugurar la Mesa- en una rueda de prensa en la que ha celebrado que los seis partidos con lo que Sánchez ha hablado por la mañana estén dispuestos a participar en un foro en el que ha dicho que buscará “tejer un gran acuerdo”. Sobre el PP, ha esperado que “a la mayor brevedad posible pueda reunirse con el presidente” y que “ójala muestre una actitud constructiva para empezar unos trabajos que son tan importantes para este futuro inmediato”. Esta tarde la ronda continúa con el PNV y este viernes proseguirá, entre otros, con ERC. Más adelante, el presidente tiene previsto reunirse con gobiernos autonómicos y locales y con representantes empresariales, sindicales y de la sociedad civil.

Sin embargo, la cita entre el presidente y el líder del principal partido de la oposición todavía no tiene fecha y este jueves el desencuentro ha continuado porque la vicesecretaria de Política Social del PP, Cuca Gamarra, ha denunciado que “Moncloa no ha dado respuesta a las llamadas del gabinete de Casado para poder acordar el encuentro”.

Sánchez quiere contar con todos los partidos -aunque ya descarta a los que se han “autoexcluido”, Vox y la CUP, que no se reunirán con él- pero Montero no ha ocultado que el PP es especialmente necesario como principal partido de la oposición. “Al Gobierno le gustaría contar con el concurso del PP, dado que es el principal partido de la oposición”, ha dicho Montero, que ha esperado que la reunión entre Sánchez y Casado “se produzca en el menor plazo de tiempo posible para abordar la mesa de reconstrucción, la próxima semana sin ir más lejos, para que puedan empezar los trabajos”.

Esta espera también explicaría la queja que ha manifestado la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, tras su encuentro con Sánchez porque no ha recibido ninguna propuesta de contenido ni de metodología para alcanzar el pacto por parte del presidente. Aún así, en su nuevo tono de colaboración con el Gobierno, la líder naranja acudirá a la “Mesa” con una propuesta que contempla “plan de contingencia sanitaria, un plan de reactivación económica y un plan de protección social”.

Aún así, Arrimadas ha aprovechado para advertirle de que si su intención no es más que proponer “lo que traslada el señor Iglesias, esto no va a dar frutos”. Para Ciudadanos, Sánchez no conseguirá cerrar un pacto de unidad si se orienta “hacia los sermones bolivarianos” de su vicepresidente segundo. Tampoco, ha continuado Arrimadas, si incluye los postulados nacionalistas, que este jueves ya se han escuchado en la Moncloa por boca de la portavoz de JxCAT, Laura Borrás, en videoconferencia con el presidente junto al resto de partidos que conforman el Grupo Plural del Congreso, Más País, Compromís y BNG.

Junto a las críticas por parte de Arrimada a la influencia de Iglesias sobre la propuesta que vaya a hacer Sanchez, el presidente ha sumado la participación de JxCAT a la “Mesa”, pero también ha tenido que escuchar sus propias condiciones, que pasan por lo contrario de lo que esperan Cs o el PP, que el resultado sea más autonomía e incluso un Estado propio para Cataluña.

Borrás ha acogido como un buen comienzo que Sánchez ya no hable de “Pactos de la Moncloa”, sino de una “Mesa reconstrucción económica y social postCovid-19”, pero ha mantenido la advertencia de los partidos que forman el gobierno de Cataluña de que no aceptarán nada que suponga “reforzar el Estado de las autonomías”.

“JxCAT no va a esta para fortalecer un Estado de las autonomías”, ha dicho y ha añadido que “como independentistas lo que estamos es por el derecho ha la autodeterminación yo ser capaces en el futuro de gestionar esta y otras crisis con el máximo de competencias que proporcionan un Estado”.

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Tampoco la reunión, la primera de todas, con Pablo Echenique -portavoz parlamentario de Unidas Podemos, su socio de coalición. ha estado exenta de polémica. Como era de esperar, Echenique le ha mostrado el apoyo de su grupo pero también ha insistido en el ingreso mínimo vital que enfrenta dentro de la coalición a los miembros de Unidos Podemos y el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá. Los morados, le ha trasladado, apuestan por "incrementar la inversión en sanidad pública, de suspender los criterios de austeridad o de implementar medidas valientes para proteger a las personas más vulnerables de los efectos de la crisis como el ingreso mínimo vital".

Por otra parte, el portavoz morado ha aprovechado para disipar los temores de algunos partidos de que un pacto pudiera suponen un “cambio de régimen”. Por el contrario, Echenique ha subrayado que tienen que suponer “el refuerzo de los artículos más sociales de la Constitución”.

El el líder de Mas País, Íñigo Errejón, había subrayado este jueves que “lo importante no es la foto” sino un acuerdo para “movilizar muchos recursos y un ambicioso programa de reactivación económica”.