Luis, el padre de esta familia gallega, fue el primero en contraer el coronavirus. Sus primeros síntomas se manifestaron en forma de vómitos, escalofríos y fiebre. El médico de cabecera le diagnosticó un virus estomacal.

Su mujer desarrolló unos síntomas diferentes: dolores de cabeza y articulares. El menor de los dos hijos solo tuvo unas décimas de fiebre. El mayor fue el único que no desarrolló síntomas. Dio positivo en COVID-19 pero ha pasado la enfermedad de forma asintomática.

Luis ha declarado que "lo pasaron muy bien, sin ninguno de los síntomas respiratorios graves". Aunque todos los miembros de la familia han mostrado distinta sintomatología, lo importante es que han logrado curarse.

Se trata de un caso insólito que ya ha despertado la curiosidad de la comunidad científica y médica. La familia está participando en un estudio clínico del Hospital Universitario de Santiago que investiga si existe una predisposición genética que muestre que algunas personas puedan ser más sensibles a la infección.