Comunidades de inmigrantes de Nigeria y Ghana se manifestarán mañana en Málaga contra "la brutalidad policial" a la que, según denuncian, fueron sometidos sus compatriotas durante la denominada Operación Nilo, en la que se detuvo a 310 personas implicadas en un presunto delito de estafa.

Según estos colectivos, durante las detenciones e intervenciones policiales de locutorios y comercios, hubo todo tipo de excesos como torturas, palizas, insultos racistas y hacinamiento", denunció hoy en un comunicado la Comunidad Nigeriana de Málaga.

Critican además que a día de hoy no se tiene un listado específico de los detenidos ni de las acusaciones que se les imputan y aseguran que "un altísimo porcentaje de los arrestados no tiene absolutamente nada que ver con los delitos que se les atribuyen".

Bajo el lema No somos criminales, somos trabajadores inmigrantes, estas asociaciones pretenden hacer frente a "la imagen nefasta" que consideran que han transmitido los medios de comunicación de los nigerianos "dando a entender que toda la comunidad está implicada en este entramado mafioso y fomentando actitudes racistas y xenófobas".

El colectivo exigió el pasado 28 de julio que "al igual que después de los atentados de Madrid salió el presidente a aclarar que no toda la comunidad árabe estaba involucrada, el subdelegado del Gobierno pida disculpas si quiere distinguirse de su antecesor en la manera de gestionar las fuerzas del orden en la provincia".

Tras estas críticas, el subdelegado, Hilario López Luna, aseguró no tener conocimiento de la petición y puntualizó que "la operación policial se efectuó conforme a los preceptos que establece la Constitución y no hubo ningún tipo de vejación".

Falsos premios de lotería

La Operación Nilo culminó a finales de julio con la detención de 310 nigerianos supuestamente pertenecientes a una banda internacional que logró engañar el pasado año a 20.000 personas de 45 países mediante falsos premios de lotería ofrecidos por correo, lo que les proporcionaba unos beneficios de 100 millones de euros anuales que utilizaban para financiar otras actividades delictivas.

Esta actuación policial, que fue coordinada con Interpol y Europol y se considera la mayor realizada hasta ahora contra una organización criminal internacional, se saldó con 316 detenciones y 176 registros.