Tras el nacimiento el pasado domingo de Javier, el primer bebé de España libre de una enfermedad hereditaria y compatible con su hermano, al que podrá ayudar a superar una anemia congénita severa, la Conferencia Episcopal españolaha reaccionado con un crítico comunicado.

"El nacimiento de una persona humana ha venido acompañada de la destrucción de otras, sus propios hermanos, a los que se les ha privado del derecho fundamental a la vida", dice el documento.

Mediante la técnica utilizada, los embriones obtenidos a través de la fecundación in vitro son examinados para seleccionar aquellos que no sean portadores del factor genético que puede dar lugar al desarrollo de la enfermedad heredada. Entre los seleccionados, se implantan en el útero materno aquellos embriones que presentan el perfil de compatibilidad genética más adecuado con el hermano enfermo.

Los obispos españoles consideran critican que se haya "puesto el énfasis en la feliz noticia del nacimiento de un niño y en la posibilidad de la curación de la enfermedad de su hermano". "e ha silenciado el hecho dramático de la eliminación de los embriones enfermos y eventualmente de aquellos que, estando sanos, no eran compatibles genéticamente", añaden.

"Los planteamientos emotivos encaminados a justificar estas prácticas horrendas son inaceptables. Es cierto: hay que curar a los enfermos, pero sin eliminar nunca para ello a nadie", concluyen.

Las críticas de la Conferencia Episcopal española se une a la que formuló este jueves el Papa Benedicto XVI, quién afirmó que "los beneficios fáciles y la arrogancia de sustituir al Creador pueden poner en peligro a la humanidad."