Cinco años después del asesinado de John F. Kennedy en 1963, Jackie Kennedy contrajo matrimonio con el magnate griego Aristóteles Onassis, a bordo del yate Christina O, donde se conocieron. El enlace le permitió a ambos aumentar su estatus, calculándose su fortuna en una cifra de 500 millones de dólares.

La pareja firmó un estricto acuerdo prenupcial con un total de 170 cláusulas que regían el reparto de los bienes en caso de divorcio. Entre ellas, se dejó constancia de que Kennedy se quedaría con un tercio de la fortuna del armador, que podía vivir sola y que también mantendría su apellido.

Sin embargo, el divorcio nunca se produjo: el matrimonio duró hasta el fallecimiento del armador, en el año 1975. En aquel momento ambos contaban con una fortuna de 500 millones de dólares (más de 465 millones de euros). Asimismo, nunca se supo qué porcentaje de esa cantidad se embolsó la viuda.

Sin embargo, unos documentos que salieron recientemente a la luz reflejan la realidad de este dato: Jacqueline Kennedy recibió un único pago de 20.500.000 dólares (más de 19 millones de euros) de Christina Onassis, la heredera universal de los bienes. 

"La esposa renuncia a favor de la hija de toda reclamación, derecho, título e interés para recibir o heredar cualquier parte del patrimonio de su padre", reza el acuerdo, que añade: "Aunque ella entiende que su esposo es un hombre de riqueza sustancial, está satisfecha con la provisión que le hizo y no desea reclamar su participación en su patrimonio en caso de su muerte", se lee. 

Este fragmento de historia, considerado "interés excepcional", se pujará a través de la firma International Autograph Auctions Europe, que fija una cantidad de 14.000 euros como precio de salida.