La pandemia del coronavirus ha transformado el mercado internacional de productos sanitarios tales como mascarillas, equipos de protección para los sanitarios o respiradores para las UCI en un bazar frenético donde todos los países quieren los mismos productos, en las mismas ingentes cantidades y al mismo tiempo. En los últimos días, se había escuchado que el mercado estaba “estresado”. Este sábado, la directora general de Cartera y Farmacia del Ministerio de Sanidad, Patricia Lacruz, ha sido mucho más contundente al explicar que nunca se había visto una situación tan “agresiva”. En esta tesitura y aunque sigue comprando fuera, el Gobierno intentar reorientar la producción de fábricas dedicadas a otras áreas para contribuir a suministrar materiales a los hospitales.

Lacruz es una de las cuatro responsables sanitarias que ha comparecido este sábado en Moncloa tras el comité de gestión del coronavirus, en un día especialmente aciago, porque no se avista todavía el pico de contagios y se ha producido un incremento de positivos del 25%, con más de 1.300 fallecidos, 324 más que este viernes. A estas cifras se suma la carestía de elementos de protección tan importantes como las mascarillas, tests de diagnósticos -que empiezan a llegar- o de productos tan esenciales como los respiradores que requieren las UCIs.

El cometido de las expertas era explicar que poco a poco España va haciendo acopio de todas estas necesidades. Han explicado que se han comprado 700 respiradores, que este mismo sábado empiezan a hacerse tests rápidos y que se espera tener hasta un millón en los próximos días y a repartir hasta 1,3 mascarillas. Pero también han dibujado un inquietante escenario. A escala internacional, todos los países quieren comprar lo mismo al mismo tiempo. Como alternativa, el Gobierno busca orientar al sector sanitario la actividad de fabricantes nacionales o incrementado las funciones de equipos ya instalados en los hospitales.

“El mercado mundial es de una agresividad no conocida hasta la fecha”, ha admitido Lacruz, que ha hablado de necesidades de material que requieren la compra de “líneas de producción” enteras de determinados productos.

La pandemia afecta ya a 172 países, casi todos los del mundo, entre ellos a las grandes economías, ha provocado el cierre de fronteras y generado una ingente demanda que ha convulsionado la manera de comprar productos sanitarios en los mercados internacionales. “El entorno en que estamos no obedece al entorno normal en el que se adquiere cualquier producto, toda la producción es requerida por todos los países del mundo, hace que todas las actuaciones vayan dirigidas a ganar el suministro a través de la adquisición de toda la producción que se pueda”, ha explicado Lacruz sin medias tintas.

Alternativas nacionales

Aún así, el Gobierno sigue intentando comprar y, a pesar de las dificultades, lo consigue, pero también está busca alternativas para intentar obtener en el mercado nacional todo lo que pueda. Por ejemplo, mediante el “apoyo” del tejido productivo, “reorientando la actividad de sectores afines” para cubrir las necesidades sanitarias.

Lacruz ha mencionado este sábado al sector de los cosméticos, que ya se ha puesto a ello, como también, por ejemplo, el sector industrial aragonés, movilizado para reorientar su actividad a la producción de mascarillas, geles desinfectantes o respirados básicos para suministrar a los centros médicos. En los últimos días también se ha sabido que Inditex ha empezado a fabricar en España batas protectoras.

No son los únicos casos, la fábrica de calzado Callaghan en Arnedo (La Rioja) ha empezado a fabricar mascarillas, como también ha hecho en Alcantarilla (Murcia) la Escuela Militar de Paracaidismo. A imagen de lo que se ha hecho en Italia, la filial española de Renault ha puesto a disposición de empleados voluntarios veinte impresoras 3D para fabricar respiradores.

Tests rápidos

Según ha explicado Lacruz, el Gobierno también se está “incrementando la función de los equipos ya instalados en los hospitales” y buscando empresas españolas que puedan fabricar tests de diagnóstico rápido, que también se están comprando en el mercado internacional.

Dentro de nuestras fronteras, ya se ha validado el método de cuatro empresas que producen y comercializan pruebas rápidas, los PRC por sus siglas en inglés, que ya están suministrando a una cadena en la que el paso final, el procesado de los resultados también se está volcando toda la dedicación de centros de investigación, como el Centro Nacional de Biotecnología (CNB) o el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA).