La jueza de Instrucción número 10 de Sevilla ha acordado este martes, a petición de la Fiscalía, la puesta en libertad provisional sin prestación de fianza de los dos investigados que permanecen desde el día 26 de septiembre de 2019 en prisión provisional, comunicada y sin fianza por el brote de listeriosis producido el verano del pasado año.
Además, tras analizar la situación actual que vive el país con el estado de alarma declarado, considera que no hay posibilidad de fuga por parte de los gerentes de Magrudis, aunque deberán acudir al juzgado todos los lunes de cada mes y se les ha retirado el pasaporte.
Fiscalía y jueza consideran que la investigación “se encuentra, al menos en lo que son diligencias de investigación, prácticamente terminada, a la espera únicamente de informes periciales ampliatorios, informes médicos y ofrecimiento de acciones a los perjudicados”, por lo que no hay posibilidad de destruir pruebas.
Sin embargo, desde la Federación de Asociaciones de Consumidores y Usuarios de Andalucía (Facua) no comparten estos argumentos en absoluto y han declarado que van a recurrir. Además, estudiarán pedir la citación de "cuantas otras personas hubieran podido resultar responsables" en torno al brote de listeriosis que este verano terminó con más de 200 personas contagiadas tras comer carne contaminada por esta bacteria y elaborada por Magrudis en su planta de Sevilla.
En cuanto al riesgo de fuga también hay discrepancias, ya que desde Facua aseguran que "dada la gravedad de los hechos imputados y la pena que pudiera imponerles", sigue existiendo un alto riesgo.
Por último, Facua recordó que los dos encausados, José Antonio Marín y su hijo Sandro José Marín, están siendo investigados por un supuesto delito contra la salud pública en su modalidad de fraude alimentario, tres de homicidio por imprudencia, dos de lesiones a feto con resultado de muerte y varios delitos de lesiones imprudentes.
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