Así lo ha informado el obispo, monseñor Eusebio Hernández Sola, en un comunicado en el que se dirige a los fieles de la diócesis con una serie de indicaciones frente al patógeno que completan las ya anunciadas entre los días 6 y 13 de marzo.

En concreto, y en virtud del canon 87, los fieles quedan dispensados del precepto dominical y del precepto de la solemnidad de san José, mientras dure la situación actual. Además, animan a vivir en cada familia cristiana como una auténtica "iglesia doméstica", dedicando un tiempo a la oración, celebrando el domingo con la lectura y reflexión en familia del Evangelio.

Han recordado que los sacerdotes estarán disponibles para atender ministerialmente en estos momentos al pueblo y se invita a los fieles a celebrar diariamente la Santa Misa en privado o con algunas pocas personas de su elección, como indica la Conferencia Episcopal.

La diócesis ha asegurado que se trata de medidas que se "resistían a tomar" pero que finalmente han decidido acogerse "en solidaridad con todos establecimientos que van a estar cerrados y para no ser colaboradores de la difusión del coronavirus".

Asimismo, han suplicado al Señor en esta cuarentena pascual: "Señor, aparta de nosotros este mal. Que María con todas las advocaciones de nuestra diócesis y todos Los Santos patronos nos concedan volver lo antes posible a la normalidad".

Por último, han asegurado que siguen rezando por los enfermos, personal sanitario y por los que ya han fallecido y piden elevar también una oración a San José Obrero por los que tienen que cerrar sus negocios.