Otra vez lo cultural vuelve a señalarse como una asignatura pendiente en la ciudad de Málaga, que aspira a convertirse en Ciudad Europea de la Cultura en 2016 .

A las incumplidas promesas electorales de construir bibliotecas en el pasado mandato municipal y el mal estado de los restos arqueológicos (Junta y Ayuntamiento son competentes) se suma la lejanía de los equipamientos culturales.

El Observatorio de Medio Ambiente Urbano (OMAU) de Málaga ha publicado un informe (pdf) en el que se constata que los equipamientos recreativos (donde se incluyen los de tipo cultural) son los que están menos a mano de los ciudadanos.

La Agenda Local 21 (documento que establece una serie de objetivos ambientales para la ciudad) fija que todos los malagueños deben tener algún equipamiento cultural o recreativo a menos de 500 metros de su casa.

Sin embargo, esto únicamente se cumple para el 28% de la población. Salas de exposiciones, museos, teatros, cines, acuarios y centros culturales son algunos ejemplos de este tipo de equipamiento.

De las seis clases de infraestructuras incluidas en el informe, la más cercana (y por tanto accesible) a los ciudadanos son los complejos educativos (94% de los habitantes viven a menos de 500 metros de algún colegio o biblioteca), seguido de los deportivos (92%), los comerciales (al menos 25 establecimientos que cubran las necesidades básicas, el 78%), zonas verdes útiles (71%) y los sanitarios (68%).

Consecuencias

¿Hace cuánto que no va al cine en coche? ¿Y al teatro? Muchos urbanistas y el propio Plan General de Ordenación Urbana de Málaga (aún provisional) aseguran que apuestan por una ciudad más compacta.

Si esto fuera así, los equipamientos no estarían concentrados en el centro y las afueras, sino repartidos por la ciudad. Así sería menos costoso mantener el transporte público y menos necesario desplazarse en coche para disfrutar del ocio (y habría menos atascos).

Críticas vecinales

El presidente de la federación vecinal Unidad , Ramón Carlos Morales, critica que los datos del OMAU reflejan «lo de siempre». «El papel lo aguanta todo. El alcalde escribe y dice una cosa y actúa de forma diametralmente opuesta a ello, como ocurre con la participación ciudadana».

El presidente de la asociación cultural Zegrí , Salvador Jiménez, se opone a que los equipamientos de interés se ubiquen lejos de donde vive la gente, complicando la vida también a mayores y discapacitados.