Hay cosas que ni el dinero ni la sangre azul pueden evitar. El príncipe Harry, al igual que su padre y su hermano William, está perdiendo la batalla contra la calvicie, pero está dispuesto a plantarle cara. Según informa The Sun, el joven ya ha acudido a una prestigiosa clínica de tratamiento capilar para ponerle freno a la pérdida de cabello.

Y es que en poco tiempo, los problemas capilares del duque de Sussex se han acrecentado. De hecho, según la prensa inglesa, su calva se ha duplicado desde que se casó con Meghan Markle. Y aunque bien es cierto que ha tenido diferentes quebraderos de cabeza (el propio enlace, el nacimiento de su hijo Archie, los desencuentros de su mujer con su familia y, finalmente, su salida de la familia real) Harry tiene aún 35 años y quiere mantener su pelirrojo cabello durante más tiempo.

Según The Sun, Harry visitó la Philip Kingsley Trichological Clinic en el exclusivo barrio londinense de Mayfair. Se trata de uno de los más prestigiosos centros capilares del mundo, con numerosos tratamientos disponibles. A sus instalaciones han acudido estrellas de cine, miembros de familias reales, modelos y deportistas. También tiene fama de sus prohibitivos precios.