Si el 2019 trajo malas noticias para los vecinos de Vallecas, que hace unas semanas asumieron la llegada de toneladas de basuras procedentes de Alcalá de Henares, el 2020 arranca para ellos con una novedad aún más ardua. La empresa Urbaser, que ya había aceptado encargarse de los malos olores que provienen de la Planta de Dehesas de Valdemingomez, se ha echado atrás en el acuerdo.

Según explica el área de Medio Ambiente y Movilidad del gobierno local la empresa "ha presentado un recurso contencioso administrativo contra los Pliegos", por lo que los actuaciones previstas para paliar el problemas que sufren a diario los vecinos se retrasan. Ante esta situación, el Ayuntamiento de Madrid ha "renunciado al contrato, pero no a la inversión", aclara el área. 

Por eso, actualmente ya se está trabajando en el rediseño del pliego. "En este tiempo, se han conocido las conclusiones del Contrato de control de olores del 2019 –encargado por la anterior corporación, como el del 2015–y a la vista de los resultados, y con el fin de optimizar las inversiones para que sean lo más eficaces posibles respecto a la protección contra los olores de los vecinos de la zona, se va a rediseñar el pliego", argumenta el Consistorio madrileño.

El proyecto que se suprime constaba de obras para el cubrimiento de fosos, la renovación de biofiltros, el cerramiento de naves actualmente al aire libre, y el mantenimiento para los próximos cinco años, según reivindica el grupo municipal Más Madrid. Aun así, la histórica lucha vecinal no ha sido en balde. A pesar del retraso y las modificaciones de este contrato, ya hay otras actuciones en marcha a cargo de otras empresas. Pues a raíz del estudio que llevó la anterior Corporación de Carmena en 2015, el Ayuntamiento de Madrid se comprometió a realizar una batería de cien medidas correctoras que dieran solución al problema y que están recogidas en un segundo convenio.

Sin embargo los vecinos continúan perplejos. Las explicaciones del gobierno de Cibeles no les ha convencido. "No nos han explicado por qué ha recurrido la empresa ni tampoco en qué consiste el modificado", critica el presidente de la Fravm, Quique Villalobos, que ayer se reunió con el equipo de Martínez-Almeida. Sobre la primera cuestión, fuentes municipales explican que "la empresa que actualmente explota la planta recurrió el Pliego al considerar que las obras previstas en el nuevo contrato interferirían en sus trabajos de explotación, impidiendo que cumpliesen sus compromisos contractuales".

Lo que aún está en el aire son las futuras actuaciones, ya que en estos momentos aun no están decididas. "En algunos casos serán nuevas, es decir, no contempladas en el pliego anterior, como por ejemplo las actuaciones sobre la balsa de lixiviados. En otros casos pueden consistir en mejoras y/o ampliaciones de las actuaciones previstas", añaden.

"Todo lo que sea sumar nos encanta, ahora bien, restar no y de momento nos han dicho que van a restar", replica Villalobos, quien le exige información al gobierno local. "Sabemos que a raíz de problemas administrativos se va a cambiar el contrato y que éste va a salir con medidas añadidas y con medidas restadas; necesitamos saber en qué consisten las restadas", concluye. En la misma línea, la portavoz de la Asociación de Vecinos del Ensanche de Vallecas se pregunta: "¿Por qué motivo dicen que es mas eficaz hacerlo de otro modo? No nos convencen".

Mientras en Valdemingomez no solo se respiran malos olores sino indignación. "Llevamos mucho tiempo peleando por acabar con los olores y ahora creíamos haber conseguido unos compromisos firmes con esos contratos licitados", lamenta la representante vecinal quien asegura que desde hace años "no pueden ni ventilar sus casas".