El Govern y los comuns han acordado una reforma fiscal que se incluirá en el Proyecto de Presupuestos de la Generalitat de 2020 y que generará una recaudación anual de 543 millones de euros, si bien el impacto para 2020 será de 173 millones porque no se meritará el ejercicio completo.

Lo ha anunciado este lunes el vicepresidente del Govern y conseller de Economía y Hacienda, Pere Aragonès: "Hemos impulsado una reforma fiscal para elevar los ingresos de la Generalitat, conseguir una fiscalidad más justa, impulsar un crecimiento sólido y luchar contra la emergencia climática".

Entre las medidas del acuerdo figuran una rebaja de la presión fiscal del IRPF a las rentas más bajas, se reducen los beneficios fiscales aplicables en el impuesto de Sucesiones, se actúa en el impuesto sobre transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados, se modifican los impuestos sobre pisos vacíos y sobre bebidas azucaradas envasadas y se incrementa la tarifa del impuesto sobre las estancias en establecimientos turísticos.

Además, se apuesta por la fiscalidad verde con un nuevo impuesto que gravará el impacto medioambiental de las instalaciones eléctricas, y las cuentas de 2020 también incorporarán por primera vez el impuesto sobre las emisiones de dióxido de carbono de los vehículos de tracción mecánica.

También se implementarán dos nuevas figuras fiscales que penalizan a quien más contamina y que actualmente están en fase de estudio previo: el impuesto sobre actividad económicas que generan dióxido de carbono y el impuesto sobre las emisiones portuarias de grandes embarcaciones.