Se trata del aprovechamiento de las pelotas de pádel que quedan inservibles, para colocarlas en las patas de sillas y mesas de las aulas, y así amortiguar la contaminación acústica en las clases, cuando los niños se levantan o mueven de sus pupitres.

La idea surgió al comprobar desde las Escuelas Municipales Deportivas de Pádel que cada trimestre, por el desgaste y uso continuado, se desechaban unas 200 pelotas que quedaban inservibles para las clases.

Se decidió entonces proponer a los centros de educación infantil y primaria su colocación en el mobiliario que usan a diario los niños y la idea fue acogida con entusiasmo por la dirección de los centros, toda vez que en Lora del Río se hace una iniciativa similar pero con pelotas de tenis, en uno de los colegios de la localidad.

El primer centro de Bormujos que se ha decidido a evitar ruidos y molestias ha sido el CEIP "El Manantial", que ha colocado ya las pelotas en dos aulas de primero y el aula de educación especial. Esta colaboración se irá extendiendo a otras clases y el resto de colegios de Bormujos a medida a que se vayan recopilando pelotas inutilizadas, ya que los resultados están siendo muy positivos para alumnado y profesorado.