La vigésimo tercera edición de las Jornadas de Puertas Abiertas del Congreso de los Diputados se ha cerrado con un total de 15.801 visitantes a la Cámara Baja, frente a las 10.400 personas de 2018.

Según ha informado el propio Congreso, el viernes acudieron a la Carrera de San Jerónimo 5.389 personas, el sábado fueron 6.739 y, este domingo, lo han hecho 3.673. 

La cifra de este año supera las de 2016, 2017 y 2018, en el 40 aniversario de la ratificación de la Constitución de 1978, aunque esa edición duró dos días, lunes y martes. No obstante, los 15.801 visitantes quedan lejos del récord histórico: 26.000 personas en el año 2000.

La inauguración de estas jornadas el viernes 29 de noviembre corrió a cargo de la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, quien se encargó de abrir las emblemáticas Puertas de los Leones junto a la vicepresidenta segunda, Ana Pastor, la secretaria primera, Gloria Elizo, y otros parlamentarios de la Diputación Permanente.

La propia Batet ha sido la encargada de cerrar las puertas y de recibir al último visitante que ha puesto fin a tres días de visitas a la Cámara Baja.

Un recorrido de las instalaciones hasta llegar al hemiciclo

La visita comenzaba, como cada año, en el Patio de Floridablanca, en el que los asistentes han elegido entre café, chocolate o un consomé recién hecho. 

A continuación, los ciudadanos accedían por la Puerta de los Leones para comenzar el recorrido en el Vestíbulo principal o Vestíbulo de Isabel II, donde se puede contemplar la Constitución de 1812 elaborada por las Cortes de Cádiz, y custodiada por la estatua en mármol de Carrara, de la reina Isabel II que inauguró, en 1850, el Palacio de las Cortes.

Desde el Vestíbulo principal, los visitantes eran acompañados al Salón de Conferencias, conocido como Salón de los Pasos Perdidos, en el que los guías de la Cámara ofrecían una breve explicación del recorrido completo.

El itinerario proseguía con en el Escritorio del Reloj, donde el protagonista, que da nombre a esta sala, es el reloj astronómico, construido por Alberto Billeter en 1857. El escritorio contiguo es el de la Constitución, donde se expone un ejemplar manuscrito de la Constitución de 1978, obra del pendolista Luis Moreno.

A continuación, llegaba la visita al Hemiciclo o Salón de Sesiones, donde los visitantes podían sentarse en los escaños de los diputados para observar la decoración de la bóveda, el lucernario de abanico, y todos los detalles de la sala en la que se reúne el Pleno de la Cámara.