Limitar precios, prohibir los desahucios, cesión de pisos vacíos... las propuestas en vivienda de Podemos, a debate

Dos personas observan la oferta inmobiliaria de una promotora.
Dos personas observan la oferta inmobiliaria de una promotora.
JORGE PARÍS
Dos personas observan la oferta inmobiliaria de una promotora.

Que en España hay un gran problema de acceso a la vivienda, sobre todo entre los jóvenes, no es ningún secreto. En los últimos años no ha habido formación política que se haya presentado a unas elecciones sin mencionar expresamente la cuestión. Por supuesto, recetas hay para todos los gustos.

La dramática escalada de precios en el mercado del alquiler que han vivido ciudades como Madrid o Barcelona -que acumulan subidas superiores al 45% en seis años- no ha ido de la mano de un aumento comparable en el poder adquisitivo de quienes buscan piso.

De hecho, el propio acuerdo entre Podemos y PSOE recoge en su segundo punto la defensa de "la vivienda como derecho y no como mera mercancía". 

Dado que el partido que dirige Pablo Iglesias suena con fuerza en los mentideros para gestionar la cartera de Vivienda, hemos recopilado sus propuestas más destacadas y las hemos sometido a debate.

Intervenir el mercado del alquiler

Podemos propone dar poder a los ayuntamientos para que puedan introducir límites en los precios máximos de los alquileres, sobre todo en las zonas "con precios especialmente tensionados". "En todas las grandes ciudades europeas en las que se está regulando el precio del alquiler el resultado está siendo positivo", comenta Beatriz Duro, abogada en el bufete Duroa y activista de la PAH.

"Se está hablando de poner unos precios máximos que no sean totalmente desproporcionados o disparatados. En ningún caso se está hablando de limitar el derecho de propiedad", añade.

“Limitar precios en este caso no sirve para nada", opina Bienvenido Subero, economista jefe en el Grupo de Análisis del Mercado Inmobiliario (GAMERIN). "El problema ahora mismo es que no hay oferta suficiente, no es que nadie se esté aprovechando", sostiene. Además, Subero descarta que el contexto de ciudades como París o Berlín -ayuntamientos que han fijado máximos al alquiler- sea asimilable a España. “A ellos no les suben los alquileres porque haya escasez. Le suben los alquileres porque tienen un problema de inflación en las grandes ciudades", asegura.

Prohibir los desahucios

La formación morada ha hecho del fin de los desahucios sin alternativa habitacional otro de los pilares de su política en un programa en el que no distingue impagos o casos "de ocupación en precario".

“Otra vez vuelven a cuestionar los límites de la propiedad privada, cuando no es una cuestión de propiedad sino de asistencia a una familia necesitada”, defiende Subero, que cree que esta propuesta "todavía empeora más la situación". "Hay que asistirlos y la asistencia social en Europa la lleva a cabo el Estado, no un particular", dice sobre las víctimas de los desahucios.

Con la idea de acabar con los desalojos, entre otras cosas, la formación izquierdista propone blindar el derecho a la vivienda con mayor protección constitucional.  "El derecho a la vivienda ahora mismo al estar regulado en otro espacio de la Constitución no es un derecho que puedas ir a los juzgados a reivindicar o cuando te van a desahuciar", explica Duro, que denuncia que "se están produciendo desalojos sin alternativa habitacional", contrarios a las resoluciones de la ONU.

Cesión obligatoria de pisos vacíos

Uno de los puntos más polémicos que proponen los de Iglesias la creación de un parque de vivienda en alquiler social, pero no tanto por el qué sino por el cómo. Los morados proponen crear "un mecanismo de cesión obligatoria de las viviendas vacías de los grandes tenedores de vivienda" además de otras sanciones para evitar que haya viviendas vacías.

"Los bancos no son los responsables de dar viviendas a todo el mundo, quien tiene que garantizar el derecho a la vivienda son las instituciones públicas", sostiene Duro, aunque matiza: "Lo que se propone es sancionar a los grandes tenedores, que ya se ha hecho en Barcelona, para incentivar que estén en el mercado. Esto haría que este parque público de vivienda tuviera más capacidad dado que hay una falta importante de recursos", asegura.

No comparte la receta Subero, que considera que "es una medida fácil y rápida" pero que "no solucionaría nada”. "El problema de la vivienda vacía es que no está cuantificada, hay municipios que sí, pero no está claro cuanta hay y si eso solucionaría el problema", sostiene.

Además, subraya el daño que podría causar a empresas que quieran dedicarse al negocio del alquiler. "Si lo que haces es meter a este tipo de sociedades o de particulares en un saco de grandes tenedores y someterlo a una legislación más estricta es desincentivar que se haga esto”.

Menos pisos turísticos y contratos indefinidos

Los planes de Podemos respecto a los alquileres turísticos también pasan por la regulación. Los de Iglesias proponen establecer "un porcentaje máximo de viviendas destinadas a pisos turísticos, con la intención de "descentralizar la actividad" y "mejorar la convivencia".

"Si eso se lo dejan a los municipios quizá sea buena idea, pero cada municipio debería decidir en función de lo que le interesa. No se puede regular en vacío a San Sebastián, a Madrid o a Barcelona porque tienen problemáticas completamente distintas”, defiende Subero.

La fijación de cuotas para este tipo de establecimientos junto a otras medidas como la implantación de un contrato de arrendamiento de duración indefinida, son las medidas que proponen desde Podemos para proteger a los inquilinos más vulnerables.

"Si tú haces fuertes los contratos de alquiler y tienes unas garantías de que te puedes quedar en esa vivienda, si tienes la seguridad de que no te pueden echar de la vivienda o subir el precio un 300% en el plazo de cinco años... eso también a la gente le incentiva a vivir de alquiler, sostiene la letrada.

¿Cómo se lo tomarían los mercados?

En los mercados, las propuestas de Podemos generan inquietud por la cantidad de regulación y los límites a la competencia que implicaría ponerlas en marcha. “[Los mercados] harán toda la presión que venimos acostumbrados a que hagan", asegura Duro, que confía en que estas políticas son viables y que "no van a repercutir tan negativamente en ellos".

Mientras la formación de Gobierno no se ha movido aún del terreno de lo futurible, el acceso a la vivienda se sigue complicando para la mayoría de la población.

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