Sindicatos de Renfe en Valladolid se ven "con las manos atadas" para abordar problemas en los talleres y piden agilidad

Los representantes del Comité de Empresa provincial del Grupo Renfe en Valladolid han mostrado este viernes su malestar con la situación en la que trabajan ya unas 160 personas en la nueva Base de Mantenimiento Integral (BMI) del páramo de San Isidro, donde se ven "con las manos atadas" para abordar los problemas, por lo que han pedido agilidad a la Sociedad Valladolid Alta Velocidad.
Trabajadores de los talleres de Renfe, concentrados en los accesos al nuevo complejo de Valladolid.
Trabajadores de los talleres de Renfe, concentrados en los accesos al nuevo complejo de Valladolid.
EUROPA PRESS
Trabajadores de los talleres de Renfe, concentrados en los accesos al nuevo complejo de Valladolid.

El presidente del Comité, Virgilio Herrera, y el secretario, Iván Valdivieso, han atendido a los medios de comunicación este viernes a las puertas del recinto, en la carretera de acceso desde la avenida de Soria, donde han acudido unos 70 trabajadores de los talleres que se han concentrado allí durante el descanso para el bocadillo con el fin de hacer visible su protesta.

Herrera ha explicado que tras muchos años de espera, el pasado mes de abril les han "empujado" a trasladarse por secciones al nuevo complejo de Renfe y pensaban que "con todos los permisos en regla" se podrían solucionar los problemas "de manera dinámica más o menos rápida", pero ha lamentado que siguen con las manos atadas ya que las modificaciones "de cierta envergadura" que se tienen que acometer en la base necesitan la aprobación del Consejo de Administración de la SVAV, lo que "retrasa burocráticamente todos los procesos".

Por ello, debido a que el gerente de la sociedad, Antonio Gato, se encontraba este viernes en el nuevo complejo, el Comité le ha solicitado una reunión para ver "en qué se puede avanzar" y qué se puede hacer, porque aunque las cosas "parece que se mueven", Herrera advierte de que "la paciencia de la gente se acaba".

"Fundamentalmente tenemos que hablar con la SVAV, que es dueña de los talleres todavía, porque queremos trabajar dignamente, funcionar como hemos estado funcionando", ha añadido el presidente del Comité.

Además, ha recordado que actualmente son 160 trabajadores los que ya realizan su trabajo habitual en la nueva BMI pero se prevé que en enero o febrero de 2020 se trasladen los empleados de plantilla de Renfe que quedan en los antiguos talleres del paseo de Farnesio, unos 250, además de los de las contratas.

Las principales quejas de los trabajadores se enfocan hacia las condiciones en las que se ha diseñado el complejo, pues reprochan que la empresa que se encargó de ello "no tuvo en cuenta para nada la dinámica productiva del taller" y nunca acudió nadie a preguntar a los trabajadores o a los representantes sindicales para adaptar las nuevas instalaciones a la forma de funcionamiento habitual.

De hecho, Herrera ha incidido que en los años 2015 y 2016, cuando los trabajadores comenzaron a recibir formación sobre la nueva maquinaria con la que cuenta la nueva BMI, el Comité de Empresa ya puso en conocimiento de Renfe las deficiencias que observaban para "poder solucionarlo antes de que tocara trasladarse", pero como los talleres siguen siendo titularidad de la SVAV eran "intocables y no se podia hacer nada".

FALTA DE ESPACIO EN UN TALLER "DE MÍNIMOS"

Así, han señalado que falta espacio "en todas las secciones" e incluso en algunos de los sectores de trabajo los empleados se encuntran "hacinados, apelotonados" porque considera que el taller es "de mínimos" y se ha quedado "pequeño", lo que implica que por el momento trabajan "muy a medio gas".

De hecho, han explicado que han tratado de posicionar un tren de la manera determinada en la que se debe hacer "y no cabe". De hecho, advierten de que el material que todavía queda por trasladar desde Farnesio "tampoco va a entrar".

También han añadido que las oficinas de administración son igualmente pequeñas y no cabe la documentación, mientras que los comedores se han ubicado en "dos huecos" y no caben más de "130 personas", por lo que cuando se encuentre ya toda la plantilla en el nuevo complejo esto sería otro problema.

También advierten de fallos en sistema de calefacción y ventilación, pese a que ya hace seis meses que hay trabajadores en las instalaciones. En verano, de hecho, afirman que se llegaron a superar los 34 grados de temperatura.

Además, hablan de máquinas que no funcionan o que si lo hacen tienen "problemas" y de suelos que resbalan e incluso algún desprendimiento de placas metálicas del techo.

También han advertido de que estas mismas condiciones se ven complicadas por la entrada de camiones al recinto para trasladar material, o la llegada de trabajadores de contratas exteriores, lo que "puede aumentar el riesgo de accidentes", mientras denuncian que la inspección de Trabajo aunque ha acudido a las instalaciones no ha contribuido a que las evaluaciones de riesgos estén ya actualizadas.

De hecho, el secretario del Comité ha contado que otro problema que se ha dado ha sido la deficiente señalización de los accesos e incluso su posicionamiento en los sistemas GPS, pues en los últimos meses ha habido varios accidentes "afortunadamente no muy graves" y dos ambulancias que acudieron al complejo tardaron unos 40 minutos en llegar ya que se perdieron porque el GPS les enviaba por un camino equivocado.

No obstante, en la actualidad si se busca en Google Maps 'Talleres de Renfe' sigue figurando como resultado los del paseo de Farnesio, mientras que para localizar el nuevo complejo la referencia es 'Acceso nueva BMI Renfe Valladolid'.

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