Greta Thunberg solicita ayuda para atravesar el Atlántico y asistir a la cumbre del clima de Madrid

Con la misma rapidez con la que España se ofreció el jueves a Chile y la ONU dio  el sábado luz verde para que Madrid organice la Cumbre del Clima del 2 al 13 de diciembre que tenía que celebrarse en Santiago, el Gobierno respondió al llamamiento que el sábado pasado lanzó la joven activista Greta Thunberg desde América. Según dijo, no le daba tiempo a llegar a Madrid por medios de transporte no contaminantes y la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, no tardó en responder también por Twitter para ofrecerse a ayudar a que pueda llegar a tiempo.

Sin embargo, dos días después de estos tuits, el Gobierno no tiene todavía respuesta por parte de Thunberg. Así lo ha afirmado este lunes Ribera, que ha explicado que la joven sueca no ha contestado a su mensaje.

“Hemos mandado un mensaje y ella no ha contestado, seguramente está valorando”, ha dicho la ministra a su llegada a un desayuno informativo con Cristina Narbona, presidenta del PSOE y exministra de Medio Ambiente, donde ha asegurado que el Gobierno afronta “con mucha ilusión” y como una “responsabilidad y un desafío inmenso para activar todo en muy poco tiempo”.

Junto con cómo piensa organizar el Gobierno un evento de tales dimensiones en solo un mes, el otro foco se puso en la posibilidad de que Thunberg pueda llegar a Madrid y cómo la ayudará el Gobierno. De momento, sin embargo, no hay una respuesta por parte de la joven. “Nos hemos ofrecido a ayudar y estamos en contacto con varios gobiernos e instituciones para ver de qué modo se puede resolver si ella pide ayuda”, ha dicho Ribera, que también ha apuntado a la posibilidad de que Thunber decida declinar la oferta de ayuda del Gobierno. “También respetamos si no lo hace y finalmente decide resolverlo por su cuenta”, ha señalado.

El Gobierno informó el viernes pasado de que se había ofrecido al presidente de Chile, Sebastián Piñera, para organizar una cumbre internacional de una gran envergadura que el país andino admitió que no podía asumir debido a las protestas sociales. Se trata de un evento de tal magnitud que la presidenta del PSOE, Cristina Narbona, ha dijo que hay que retroceder muchos años para dar con uno comparable, hasta la Conferencia de Paz entre israelíes y palestinos que organizó el Gobierno de Felipe González en 1991.

Ribera niega electoralismo

Un día después, la ONU anunció que sería en Madrid, en un rápido movimiento sobre el que se cierne la sospecha de electoralismo. Ribera lo ha negado este lunes y ha asegurado que “esto es algo trasversal” y un evento sobre el que ha asegurado que el Gobierno tuvo el apoyo de las fuerzas políticas del Congreso. Según ha dicho, el Ejecutivo contactó el jueves con la mayoría de ellas y “entendieron que es una apuesta fundamental”. 

Según Ribera, los mensajes de apoyo han sido numerosos, también por parte desde otros países, alcaldes, presidentes autonómicos, así como “actores sociales y económicos”.

Proceso rápido

El proceso para que España se haga cargo de la cumbre fue “muy rápido”,ha relatado Ribera. El presidente en funciones, Pedro Sánchez, se ofreció el jueves pasado a Piñera y también a la ONU para organizarla, algo para lo que se prestaron también otros países. Finalmente, el sábado Naciones Unidas decidió que fuera a Madrid, donde el Gobierno ya había comprobado que en IFEMA había espacio disponibles los 100.000 metros cuadrados necesarios para instalar todos los pabellones de la cumbre.

Este fin de semana ya se formó un equipo formado por varios ministerios, también Interior, para garantizar la seguridad, para empezar a preparar la cita y este martes llegará a Madrid una persona de Naciones Unidas para trabajar junto a Gobierno.