Tenía solo 10 años cuando acudió a su primer curso de tecnología textil y joyería digital, donde descubrió la pasión por el mundo tecnológico que, cinco años más tarde, le ha hecho convertirse en “la chica digital del año” a nivel europeo. 

Alai Miranda Blanco, una joven madrileña de 15 años, muestra satisfecha a 20Minutos el prestigioso premio con el que fue galardonada en los recientes Ada Awards “por su constancia y dedicación en el mundo de las tecnologías” el pasado 16 de octubre, acompañada de sus padres, muy atentos y orgullosos de su hija.  

Tranquila y muy segura para su corta edad, Alai explica su iniciativa Alibubu: "Ese proyecto se me ocurrió con 11 años, cuando el tema de los refugiados acababa de estallar", relata la joven. Se trata de un osito de peluche integrado con una tarjeta NFC para guardar datos personales, con la idea de "entregárselo a los niños refugiados y que pudieran viajar identificados y acompañados". 

La madrileña, que ha disfrutado de varias becas de estudio como el GirlsTech Camp organizado por la Embajada de Estados Unidos y ha sido invitada por empresas como Amazon, Google o Endesa para contar su experiencia, califica su paso por los Ada Awards como "magnífico". Al enterarse de la nominación y quedar finalista por España, viajó a Bruselas para recibir el galardón. Cuando es preguntada por el porqué de ese premio, lo tiene claro: "Fue por todo mi currículum y por mi experiencia con la tecnología desde bastante pequeña".

Jorge París

Alai muestra gran motivación cuando habla de su hobby, que se ve recompensada con reconocimientos como el del 2016, cuando gana el premio Deja tu huella, cuyo objetivo "era concienciar a las personas sobre cómo tenemos que reciclar". Explica que, junto con una compañera, hizo "un tablero que tenía un circuito por debajo y la imagen de nuestro colegio por satélite con residuos esparcidos. Había que conectar esos residuos con el contenedor adecuado y, si estaba bien, se encendía un LED". 

Tener una afición tan definida y mostrar tal interés por formarse de manera profesional en ello no es lo normal en los adolescentes de 15 años. Sin embargo, Alai ya habla de planes futuros y se decanta por un bachillerato tecnológico y, más tarde, por una ingeniería: "Probablemente, informática, biomédica o aeroespacial". En cuanto al mundo laboral, afirma: "Me veo desarrollando aplicaciones con alguna empresa grande o iniciando mi propio negocio".

Ahora, la madrileña cuenta que tiene en mente crear su propia escuela de programación de drones, Esvuela: "Lo que busco es acercar a los niños, en un ámbito más especializado, a la programación de drones". Con Esvuela pretende que los niños y niñas "entiendan un poco como funcionan" y, sobre todo, "que sea divertido". 

Además, reconoce entre risas que no sabe cómo acercar a la gente de su edad a la tecnología. Sin embargo, trata de contagiar esta afición a sus amistades: “Tengo una amiga a la que estoy ahora metiendo en cursos y talleres conmigo, la obligo a venir y ahora está más interesada”, asegura.  

Muy consciente de su importancia, anima a los más jóvenes a acercarse a las nuevas tecnologías: "Si de verdad quieres iniciarte y aprender en el mundo de la tecnología, en Madrid hay muchísimos cursos e iniciativas, algunos son gratuitos, solo hay que ponerse a buscar". Y considera que "el mundo tecnológico está explotando ya y va a tener una gran importancia en el futuro".