Después de más de un lustro de crecimientos por encima del 10%, como en el resto del mercado inmobiliario, los precios de las viviendas de la costa comienzan a dar síntomas de estabilización, cuando no de retroceso en algunos puntos. Una situación que ralentiza los procesos de compraventa y que decanta a los propietarios por el alquiler antes que por la venta de su vivienda.

Los precios de los alquileres bajan al mismo tiempo que aumenta la oferta, y los interesados en alquilar una apartamento o una casita junto al mar sólo tienen que elegir bien su lugar preferido. Parajes naturales, aglomeraciones urbanas... La costa española ofrece más de 3.500 kilómetros de litoral para todos los gustos, y para todos los bolsillos.

Un mar de costas

Brava. La costa de Girona cuenta con tranquilas calas y localidades muy pintorescas, y eso se paga. El alquiler en agosto de un apartamento de dos dormitorios en la primera línea de playa de poblaciones como Cadaqués, Llafranch o Lloret de Mar cuesta una media de 2.800 euros.

Dorada. Para bolsillos más modestos, la provincia de Tarragona ofrece alquileres en centros turísticos como Salou o Cambrils, muy cercanos al parque temático Port Aventura, en torno a los 1.000 euros.

Del Azahar. Castellón cuenta con uno de los litorales menos saturados del levante español. Aun así, cuenta con destinos turísticos tradicionales, como Oropesa, Peñíscola o Benicasim en los que se puede alquilar un piso en primera línea por 3.600 euros de media.

Blanca. Víctima del desarrollismo de los años 60 y 70, cuenta en la actualidad con auténticas ciudades diseñadas para el ocio, como Benidorm (2.000 1), Denia (2.100 1) o Torrevieja (1.400 1).

Cálida. La costa de Murcia es otra de las zonas que sufre la sobre-explotación del litoral. Aquí se puede alquilar en primera línea en La Manga por 2.000 euros o en el Puerto de Mazarrón por 1.800 euros. Un poco más al sur, Almería ofrece playas desiertas junto al Cabo de Gata. Los alquileres cuestán aquí 1.600 euros, en Vera, y 1.700 en Mojácar.

Del Sol. Esta zona, cono cida en toda Europa como destino turístico veraniego, tiene precios que llegan a los 2.700 euros en Marbella, los 2.400 en Estepona y los 2.000 en Torremolinos.

De la Luz. Las costas de Cádiz y Huelva ofrecen grandes arenales y poca masificación. Aquí los precios van de los 1.800 euros de Isla Cristina o Punta Umbría a 2.400 del Puerto de Santa María.

Rías gallegas. Quien prefiera la fría agua atlántica puede disfrutar de la primera línea de Sanxenxo por 2.000 euros o de Fisterra por 1.200.

Verde. Desde Ribadeo (1.070 1) hasta Zarautz (2.600 €), pasando por Llanes (2.400 1) o Ribadesella (1.900 1), hay mucho donde elegir.

Un gran abanico de precios

Como las unidades que son, las islas Baleares y Canarias cuentan con una oferta muy variada dentro de sus territorios. Así, en las primeras podemos encontrar un apartamento en la primera línea de la playa de Calvià por 1.600 euros, en la de Ibiza por 2.800 euros o en la de Ciudadela por 2.100 euros. Las Canarias nos ofrecen sus paisajes lunares y sus playas de arena negra por 1.200 euros en Mogán y San Bartolomé de Tirajana (Las Palmas); y en torno a los 1.000 euros y los 1.900 en el Puerto de la Cruz y la Playa de los Cristianos (Santa Cruz de Tenerife).