Con el certificado de empadronamiento podía solicitar la tarjeta sanitaria argumentando que no contaban con ninguna modalidad de asesoramiento ni recursos. De esta manera, 3.000 beneficiarios que encajaban en este perfil, 1.600 eran residentes británicos, según el sistema informático de la Generalitat.
"Esto explica las numerosas atenciones por cataratas, anginas de pecho o tratamientos circulatorios entre estas personas, con el consiguiente gasto para las arcas públicas valencianas". El problema se centra en los prejubilados británicos. Los pensionistas hacen uso de la red pública cuyos gastos se facturan al Gobierno británico a través de los fondos europeos de compensación.
No afecta a los turistas
Esta medida no afecta a los turistas ya que la tarjeta europea E-111 cubre sus necesidades durante su estancia en España hasta un año. En el caso de los que se jubilan anticipadamente, aquellos que fijan su residencia fuera del Reino Unido, su Gobierno no cubre el gasto de su atención donde hayan fijado su residencia. Excepto en el caso de personas "que se hayan jubilado forzosamente por un accidente o una enfermedad".
De esta manera, la única salida que les queda es contratar un seguro privado para no quedar desprotegidos hasta que cumplan la edad de la jubilación y su país vuelva a hacerse cargo de ellos. El cambio se debe a la entrada en vigor de Aseguramiento Sanitario que ha contado con el apoyo de populares y socialistas y que pretende aumentar el control de acceso a la asistencia sanitaria.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios