La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha presentado este martes el primer eslabón de lo que ella mismo definió como una "cadena sucesiva de rebajas fiscales". Tendrá un impacto limitado, que el Ejecutivo regional cifra en tan solo 30.000 personas y generará un discreto ahorro de 16 millones de euros.

Beneficiará a tres grupos específicos de madrileños: jóvenes hipotecados, estudiantes con beca-préstamo, y personas con ascendientes mayores de 65 años o discapacitados a su cargo.

La gran bajada de impuestos anunciada en campaña, que consistirá en una rebaja de medio punto en todos los tramos del IRPF autonómico y generará un ahorro de 300 millones, tendrá que esperar.

El motivo es, según ha defendido en varias ocasiones el Gobierno de coalición PP-Cs, el retraso del pago de los ingresos a cuenta a las comunidades por parte del Estado central, con el que también ha justificado la prórroga de los presupuestos.

"A estas deducciones seguirán otras muchas, a lo largo de toda la legislatura el Gobierno de la Comunidad va a bajar los impuestos", ha declarado Ayuso, que ha comparecido junto al vicepresidente, Ignacio Aguado.

Desde la oposición, el anuncio se ha recibido con escepticismo y fuentes del PSOE consideran que «servicios públicos de calidad requieren de recursos procedentes de los impuestos» y que «la deuda es el impuesto que heredan las nuevas generaciones».

El grupo más extenso de potenciales beneficiarios de la rebaja fiscal del Gobierno regional serán los que tengan a su cargo a familiares mayores o discapacitados. Concretamente, la deducción será de hasta 500 euros anuales, beneficiará a unas 16.000 personas y generará un ahorro de 8 millones de euros.

Para el Ejecutivo, "esta medida perfecciona y complementa la deducción ya vigente" si bien desde Podemos, su portavoz, Isa Serra, la considera "ridícula" y considera que "no permite cuidar a una persona dependiente, no se aplica a quienes menos tienen que son las rentas más bajas que no tienen que pagar IRPF y aún así necesitan, de hecho más, prestaciones o servicios para sus familiares".

El Gobierno de Ayuso pretende incentivar a los madrileños que quieran cursar estudios superiores mediante la deducción del 100% de los gastos por intereses de los préstamos concedidos por parte de entidades privadas para cursar grados universitarios, masters y doctorados –conocidas como becas-préstamo– en centros públicos o privados y escuelas de negocios.

Unos 8.000 estudiantes podrán beneficiarse de esta deducción, según cálculos de la Consejería de Economía de la Comunidad y generará un ahorro total de 4,8 millones de euros.

Uno de los objetivos declarados de la rebaja fiscal anunciada ayer por Ayuso es apoyar a los "jóvenes que quieran formar un hogar".

La ambiciosa meta tendrá en la práctica un alcance bastante más limitado y solo beneficiará a los menores de 30 años que contraigan una hipoteca. Posteriormente, podrán deducirse el 25% de los intereses de la misma, con un máximo de 1.000 euros anuales y solo hasta que cumplan los 30 años.

Sin embargo, la precaria situación económica de los jóvenes y el alto precio de la vivienda de compraventa hacen que pocos sean los que se encuentran en esa situación.

La propia Consejería de Economía calcula que el número de personas que podrán beneficiarse de esta deducción sería de en torno a 6.000 y el ahorro total que obtendrá este colectivo será de unos 3,6 millones de euros.