"Ha sido durísimo, horrible, ha sido todo una manipulación. Fue una medida de presión de un personaje indigno y al que no quiero volver a ver". Quien habla es Fran Rivera y se refiere a su antiguo socio.

Pero recapitulemos. Al torero, desde muy joven, le ha gustado diversificarse de su profesión y ha encadenado varios negocios que solían distar bastante de su oficio de matador.

Así, lejos del toreo, el hijo de Carmina Ordóñez ha estado relacionado con el mundo de la hostelería a través de algunos restaurantes, así como ha invertido en tiendas e, incluso, en el comercio de la chatarra.

Pero este último se volvió en su contra, cuando en 2016 fue denunciado por dos de sus exsocios. Estos alegaban administración desleal y apropiación indebida. El juez, en aquel momento, desestimó la demanda en primera instancia.

Sus socios, sin embargo presentaron un recurso... y de nuevo el magistrado le ha dado la razón al torero. En este caso, considera que la ruina de la empresa se debió, única y exclusivamente, a "malas prácticas comerciales".

Ahora, cuando ya puede respirar tranquilo sobre este tema, se ha atrevido a hablar Fran Rivera sobre lo que ha supuesto para él este proceso judicial, que, aunque no lo ha definido como tal, se puede entrever que ha sido todo un infierno para el matador.

"Ha sido durísimo, horrible, ha sido todo una manipulación. Fue una medida de presión de un personaje indigno y al que no quiero volver a ver. Desde luego se me puede acusar de haber elegido mal los socios porque este señor está imputado en muchas causas abiertas", ha dicho en Espejo Público.

Ahí, en el programa de Susanna Griso en el que colabora (no sin cierta polémica, como hace poco, que se rió de Pilar Eyre por ser vegetariana), el torero ha comentado que el negocio de la chatarra no era desconocido del todo para él dado que su tío se dedicó a ello.

"Tuvimos negocios en el Congo y fue bien hasta que hubo un cambio de gobierno en el Congo y perdimos la inversión que habíamos hecho", ha admitido como la razón de su fracaso.

"Era un negocio de chatarra, allí hay chatarra para aburrir, pero una inseguridad legal tremenda", se ha aventado a asegurar sobre las políticas congoleñas el hermano de Cayetano Rivera.

Dicha pérdida de dinero por la mala inversión fue lo que propició, ha contado Rivera, que su exsocio le denunciase: "Perdimos mucho dinero y mi socio no estaba dispuesto".

"Me puso una querella criminal aunque antes intentó chantajearme porque decía que mi imagen se iba a ver muy dañada. Finalmente se comprobó que no hubo fraude, pero ha sido durísimo", ha relatado.

Ya puede relajarse Fran Rivera después de haberse comido mucho la cabeza con este asunto, del que ahora solo pretende pasar página pronto. No así con otros asuntos con los que lleva muchos años bregando, como la herencia de su padre que se quedó Isabel Pantoja.