Tras un verano infernal, un otoño veraniego. A los meses estivales, en los que se han pulverizado todas las marcas, los meteorólogos esperan un otoño también más caliente de lo normal.

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha presentado este jueves su evaluación de un verano que se ha despedido con los graves episodios de gota fría en el Levante y ha adelantado lo que espera del clima del otoño, que llegará a las 9.50 horas del próximo lunes.

El verano ha sido muy cálido con un valor medio de 23,8 grados (0,8 grados por encima de la media, el quinto consecutivo al alza) y marcado por dos intensas olas de calor. Tan caliente que cierra un año hidrológico (de octubre a octubre) con déficits. La agencia habla de sequía meteorológica en buena parte de la mitad occidental de la Península, en una franja que abarca desde Galicia hasta el oeste de Andalucía, además de Baleares y algunos puntos de las Canarias.

"Las precipitaciones no alcanzan el 75 % de los valores normales en amplias zonas del centro peninsular, Castilla y León, Extremadura, oeste de Castilla-La Mancha y de Andalucía, así como en Canarias e interior de Murcia. Por el contrario", señala el informe, "superan a los valores normales en más de un 25 % en la Comunidad valenciana, nordeste de la provincia de Granada y algunos puntos del litoral de Almería, siendo en la mitad sur de la provincia de Castellón donde la precipitación acumulada supera en un 50% el valor normal".

Rubén del Campo, portavoz de la Aemet, ha calificado el verano como cálido y seco, con una precipitación media de 64 litros por metro cuadrado, un 14 por ciento menos respecto a la media de la estación.

Indicó que junio, julio y agosto por separado fueron "muy cálidos" en buena parte de España, y en verano hubo récords históricos por dos olas de calor. La primera tuvo lugar del 26 de junio al 1 de junio y fue "excepcional" porque la masa de aire que visitó la península desde el norte de Europa era "la más cálida de los últimos 40 años".

Del Campo recalcó que en esa primera ola de calor "muy potente" se batieron cinco récords de temperatura máxima absoluta, con la particularidad de que suelen producirse en julio y agosto, no en junio.

Uno de ellos tuvo lugar en el Parque del Retiro, en Madrid, que marcó 40,7ºC el 28 de junio, lo que supone la temperatura más alta desde 1920.

La segunda ola de calor se produjo del 20 al 25 de julio. Lo más destacado fue el récord de temperatura máxima en el observatorio de San Sebastián situado en Igueldo, con 39ºC el día 23, un valor inédito desde 1928.

En cuanto a las noches, también se batieron récords. Alcantarilla (Murcia) tuvo la mínima más alta de la estación, casi 27 grados. Hubo otras noches tórridas en Valencia-Aeropuerto (26,6ºC) y en Segovia (25,9ºC), esta última significativa, tomando en cuenta que la ciudad está a mil metros de altitud.

Este verano también fue de récord en el conjunto del planeta, puesto que tanto junio como julio fueron los más cálidos desde 1880 (año en que empiezan los registros históricos) y agosto resultó ser el segundo más caluroso en casi siglo y medio.

En lo que respecta al tiempo entre octubre y diciembre, la estación será "más cálida de lo normal", con un promedio de 0,6 grados por encima de lo habitual, aunque en algunas zonas del noroeste peninsular, sistema Central, montes de Toledo, cordillera sub-bética y sur del sistema Ibérico la anomalía podría alcanzar hasta 1 grado.

Respecto a las precipitaciones que se esperan para el otoño, otra portavoz de la Aemet, Beatriz Hervella, precisó que la predicción estacional no muestra una tendencia clara, con lo que existe "la misma probabilidad" de que la estación otoñal sea húmeda, cálida o normal. Lo mismo ocurre con Canarias tanto en temperaturas como lluvias, esto es, se desconoce cómo se comportarán los próximos tres meses.

Por otro lado, Del Campo recalcó que la precipitación media del trimestre veraniego sobre el conjunto de España fue de 64 litros por metro cuadrado, lo que supone un 14% menos de lo normal. Junio fue muy seco, julio muy húmedo y agosto húmedo.

En verano hubo cinco episodios de lluvias torrenciales en apenas siete semanas. Uno de los más significativos fue el del 8 al 9 de julio en la mitad norte peninsular y Baleares (11 litros por metro cuadrado en la localidad navarra de Olite el día 8, algo que suele ocurrir cada cuatro siglos) y otro el del 25 al 27 de agosto, cuando más de 40 estaciones de la Aemet registraron precipitaciones torrenciales.

Además, se pulverizaron récords de precipitación diaria jamás registrada en verano en Alicante (87 litros por metro cuadrado el 20 de agosto, una cantidad inédita desde 1919), el aeropuerto de Alicante-Elche (85 litros ese mismo día) y la estación de Huesca/Pirineos (72 litros el 19 de agosto).

El verano se ha cerrado con la gota fría de la semana pasada en el Levante. Un fenómeno que ha tenido su zona cero en la Vega Baja del Segura, donde entre los pasados 10 y 16 de septiembre se registraron unas lluvias sin precedentes en los últimos 100 años. Llovieron 153 litros por metro cuadrado, cuando lo normal son solo 6.

En solo 24 horas, entre la mañana del día 12 a la mañana del 13 de septiembre pasados, llovió en la comarca lo que suele llover en un año entero.

En al menos seis estaciones de la Aemet en la Comunidad Valenciana se superaron los 400 litros por metro cuadrado, y en otras 47 estaciones se superaron los 100 litros.

Los valores máximos acumulados se registraron en las estaciones de Orihuela (521,6 litros por metro cuadrado) y Gaianes, Alicante (482,8 l/m2). Otros registros destacados fueron los de Benarriés (482,6 l/m2) y Ontinyent (401 l/m2).