El presunto estafador, que se identificaba ante ellas como Carlos M. E. N., contactaba con las mujeres (de entre 48 y 60 años) a través de un portal web y tras horas de conversación y numerosos correos electrónicos les pedía matrimonio y les invitaba a pasar unos días en Tel Aviv (Israel). "Me recibió como una reina", asegura una de las timadas.

Acto seguido, les pedía un dinero adelantado (en torno a 12.000 euros en la mayoría de casos) para reservar el banquete de boda. Sólo en 2007, se calcula que pudo tener ocho relaciones similares en toda España.

Se da la circunstancia de que una de las mujeres timadas, Alicia, le dio 120.000 euros para comprar un piso en Israel y nunca más supo del conquistador. Cuando el estafador recibía el dinero les llegaba la noticia de que había muerto.

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