El año pasado se registraron 721 parejas de hecho; dos años antes sólo lo hicieron 202, según la Consejería de Igualdad y Bienestar Social de la Junta.

Es más, la Ley que desde 2005 equipara los derechos de los matrimonios entre homosexuales con los de los heterosexuales no ha frenado el número de parejas de hecho con miembros del mismo sexo: eran un 4,77% de las uniones hace dos años, mientras que en 2007 alcanzaron el 6,11%.Desde el Colectivo de Lesbianas y Gays (COLEGA) de Málaga, su presidente, Santiago Rubio, observa con normalidad esta circunstancia: «El matrimonio ofrece ventajas, pero también obligaciones. Y puede complicar las rupturas. Lo importante es que

Por otra parte, los matrimonios civiles y religiosos rondan los 7.400 al año en la provincia desde el año 2000. Los civiles aumentaron un 10% entre 2005 y 2006, frente al 4% de descenso en los católicos, según los últimos datos disponibles del Instituto Nacional de Estadística.

El auge de las parejas de hecho en Málaga supera al de Andalucía. En la región se formalizaron 2,6 veces más uniones (de 1.418 a 3.727). Actualmente hay 9.749 uniones de este tipo dadas de alta en la comunidad.

El análisis legal

Los especialistas en Derecho de Familia consultados por este periódico señalan las principales diferencias entre ambas formas de convivencia. «Los derechos de parejas y matrimonios son similares en cuanto a los hijos o al régimen de visitas en caso de ruptura», explica el abogado malagueño Ignacio Ochoa.

«Lo distinto es, sobre todo, el régimen económico de la unión: en las parejas de hecho lo adquirido por cada miembro es suyo, no de los dos, como norma general. En el matrimonio ocurre justo al contrario. Tampoco hay derecho a una herencia».

Manuel Rincón, letrado de Midivorcio.com en Málaga, subraya que hay sentencias judiciales que han otorgado pensiones de viudedad al integrante de una pareja de hecho «incluso sin que se hayan inscrito en el registro como tal».

«Para ello, fue necesario sus vecinos dieran fe de que esas personas estaban viviendo juntas, así como otras pruebas, como recibos por servicios prestados en la dirección en la que se vivía con la otra persona», detalla.