La Fiscalía de Roma ha solicitado el envío a juicio de Andrea Piazzola, el joven asistente de la actriz Gina Lollobrigida acusado por los familiares de esta de aprovechar su supuesta debilidad psíquica por la edad para expoliar su patrimonio.

La fiscal Eleonora Fini pidió la apertura de un proceso contra el asistente, de 32 años, después de concluir su investigación iniciada con la denuncia del único hijo y el nieto de la diva, Milko y Dimitri Solfic, y su exmarido, el empresario español Javier Rigau.

El abogado de los familiares, Michele Gentiloni, explicó a Efe que ahora, hacia finales de año, deberá convocarse una audiencia preliminar en la que el juez decidirá si se inicia o no un juicio contra el joven ayudante de Lollobrigida.

Piazzola está acusado del supuesto delito de aprovecharse de una persona incapacitada, que pena con cárcel entre dos y seis años a quien "se procure a sí o a otros un beneficio abusando de las necesidades, pasiones o inexperiencia de un menor o abuse del estado de enfermedad o deficiencia psíquica de una persona".

La familia cree que el joven está expoliando el inmenso patrimonio de la diva, de 92 años, "aprovechando su estado de debilidad psíquica" e induciéndola a su "aislamiento" de sus allegados.

En el documento sobre el cierre de la investigación de la Fiscalía datado el 20 de febrero consta un largo historial de operaciones bancarias y compras entre 2013 y 2018 atribuidas a Piazzola.

Según este informe, el joven se hizo nombrar administrador de una sociedad que gestiona los bienes de la actriz y en 2015 vendió tres inmuebles cerca de la Plaza de España romana por un valor total de 2,1 millones de euros.

Además, figuran extracciones de dinero en efectivo, transferencias a su nombre para sus padres, a los que envió 119.000 euros, y compras de coches de lujo, como un Ferrari.

En mayo de 2018 un juez de Roma dispuso el embargo cautelar de parte del patrimonio de la diva a raíz de la denuncia de su familia, y esta reaccionó con una entrevista en el diario italiano Il Corriere della Sera en la que aseguraba estar "muy lúcida".

Y eximió a su asistente de los cargos de los que le acusan: "No consiento a nadie que cuestione mis elecciones en la gestión de mis negocios. Mi vida es mía, trabajo desde que tengo 18 años y siempre he cuidado de mi misma", zanjó.