El Fiscal jefe de la Audiencia Provincial de Pontevedra, Juan Carlos Aladro, pidió la pena de once años de internamiento en un centro psiquiátrico para un vecino de Cangas, juzgado por acosar a una mujer de la que decía estar enamorado.

"Me parece exagerado para una persona que en aquel momento no sabía lo que hacía pero me tengo que conformar", lamentó el acusado, Pablo Pereira Nogueira, tras reconocerse autor de los delitos de coacciones, quebrantamiento de condena e incendio con peligro para la vida de las personas.

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El acusado estaba obsesionado con una vecina que ya le había denunciado anteriormente por acoso, imponiéndole un juzgado de Cangas la prohibición de aproximarse a ella.

No obstante, incumplió reiteradamente la prohibición y dormía en las inmediaciones de la vivienda de la mujer, donde dejaba objetos y mensajes hasta que en agosto de 2006 provocó un incendio en el garaje del inmueble en el que residía la víctima, con sus dos hijos menores de edad.

"Reconozco que hice daño y pido perdón a las víctimas porque no sabía lo que hacía", se justificó el acusado, que además aseguró sentirse mucho mejor porque ahora está tomando medicación ya que le diagnosticaron un trastorno delirante. Las médicos forenses que hoy comparecieron a la vista oral en calidad de peritos señalaron que el procesado "sufre un retraso mental leve que le impide controlar totalmente su voluntad".

"Incontrolado peligroso"

Añadieron que al ser un "psicótico", la forma de "mantenerle compensado" es a través de la medicación y en una situación de absoluto control, ya que "al no ser del todo consciente de su enfermedad puede dejar la medicación y volverse un incontrolado peligroso".

Además del internamiento en un psiquiátrico, la condena a la que dio su conformidad establece una indemnización de 3.000 euros, por los daños provocados por el incendio que generó en el garaje.

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